martes, 31 de diciembre de 2013

Se temen las cosas inevitables

Realmente pienso que no debería ser así, si algo es inevitable no se le debería tener miedo; se le temen a las cosas evitables, las que se pueden esquivar; se temen a las acciones opcionales que irán precedidas por consecuencias "inevitables" a esas acciones. 
La muerte es algo inevitable, no hay acciones opcionales que la modifiquen, ergo no se le debería temer, puesto que no se cambia nada con ello. A todos nos llegará más tarde o más temprano, le tengas miedo o no, en mayor o menor medida, vendrá y nos llevará hagamos lo que hagamos y pensemos lo que pensemos.
Nos hemos hecho asiduos de emociones innecesarias, llegando al punto de que nos terminan sobrando, nos terminan volviendo locos; se deberían desprender de las inútiles, como esta, la del miedo a lo inevitable.
Temedle a actuar mal frente a las personas a las que queréis, temedle a no estudiar frente a un examen importante; no le temáis a perder a esa persona, no le temáis a sacar una mala nota, no servirá de nada.

martes, 24 de diciembre de 2013

A falta de uno

Otro vaso llegaba a su fin entre tremendas corrientes de fuego mojado. La luz del bohemio local de las afueras dependía de dos polvorientas bombillas que brillaban muy tenuemente colgadas de un cable, palideciendo bajo un techo húmedo y goteante.
El barman, hombre de rostro bonachón con un profundo bigote cano, agitaba entre sus anchos dedos las bebidas que le esperarían a los nuevos clientes; él se dedicaba a contar malos chistes a los bebidos y a escuchar sus penas con paciencia.
-Ponme otro, Jackie-murmuré lentamente, pasando el dedo por el contorno del vaso e intentando sobreponer mi ronca y quebradiza voz a la música proveniente de las cuerdas de Tom en la radio.

Una muchacha de vestido rojo y escote se sentó junto a mí, tras la barra.
-¿Puedo darle un trago?
-Adelante.
La marca de su pintalabios color sangre quedaba plasmada en el vaso mientras sus finos dedos comenzaban a deslizarse por mi nuca lentamente.

Poco a poco el fuego me iba quemando por dentro y Jack aminoraba la velocidad de sus movimientos mientras Tom reducía el volumen de su voz y todo empezaba a tornarse oscuro.

Cuando desperté me encontraba tumbado en la cuneta de la calle; mucha bebida para una sola noche.
Hice ademán de levantarme apoyando los brazos en el suelo cuando me percaté que la superficie estaba pegajosa; y mi camisa, antes blanca, ahora se encontraba totalmente roja. Al ver esto un dolor agudo cruzó mi cintura. Abrí los botones como pude y observé una nueva cicatriz mal cosida donde debería estar el riñón izquierdo.
En ese momento perdí el conocimiento...
...y no lo volví a recuperar.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Las nubes se cirnieron sobre las tierras y las aguas; las altas estructuras, una vez construidas y en alza, con el tiempo se convirtieron en grandes montañas de hierros y hormigones; los vehículos quedaron aparcados y apartados, los puentes cayeron y las islas se aislaron, los bosques dieron paso a desiertos y los árboles a montones de arena.
De vez en cuando una corriente de viento cruza por los antiguos caminos, buscando algo, o a alguien.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Estereotipo de perfecta perfección
Lucha hoy entre soledades burlas;
Esquiva inerte pensados en dolor,
No por ser mías, ni tuyas;
Andando solo, de este conjunto amor.

Este es mi terror odiado,
Logra llegar al final de mi ser;
El que provoca estar pasando
Noches en vela que vivo amando
A la perfección perfecta que pude y podré ver.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Ya no queda nada

Van pasando los días, raudos, apagados.
Van pasando las noches, y sin darnos cuenta, la vida.
Todo va cesando, todo va acabando en un mundo inerte y solitario.
Las luces dejan de brillar, poco a poco; el un día alto y anaranjado sol se esconde entre las montañas, tras el horizonte, para no salir jamás; los árboles se endurecen y las flores se curvan y marchitan; la fauna deja de correr, de saltar, de gruñir, de graznar, y va muriendo sobre las rocas, lentamente; los humanos cierran los ojos, se desvanecen, se evaporan.
Toda una gran sociedad se vio destruida por el miedo, por la inseguridad, por el maltrato, por el desgaste inapropiado. Todo lo que un día fue, todo lo que un día habría podido ser, ha quedado reducido a cenizas. Solo queda negro y gris en un mundo azul, verde y rojo. Apenas queda aire respirable, y apenas nadie que lo respire.

sábado, 7 de diciembre de 2013

La felicidad

Aquel sentimiento humano tan ansiado por todos pero tan solo realizado por unos pocos. Los demás orcos sufren de fugaces espasmos que desaparecen bajos y llegan altos; esclavos de un único destino conjunto y posdicho en un mundo raro al que cargo su culpa.
Aquel sentimiento que aflora en un sí o un no, en un valle azul y su eslora, en un campo oscuro de pequeñas hormigas brillantes y rotas. Aquella felicidad que aparece sola, y se va sola.

domingo, 24 de noviembre de 2013

La revolución que no llega

Pasan tantas vidas frente a mis ojos, cada una con su historia escrita y por escribir, cada una con sus problemas; triste o feliz; cada una con sus estorbos. Pero veo pasar solo un sentimiento exento de cualquier cambio, falta o robo; el del convencimiento conformista que el presente-futuro nuestro que tendremos es perfecto.
Deseo ver en sus rostros el afan por el reto, la superación del tiempo actual llendo a armar la cabeza de ideas nuevas. Pero no es así, cuando uno llega los demás le drenan cual parásito fueran, roban el remo al que rema para que la barca caiga.
¡Esperad al karma! ¡Esperad a que este os la devuelva! Esperad sentados, pues no llega... no llega...

domingo, 17 de noviembre de 2013

Llevárenme aquellos brazos a lugares jamás imaginados, llevárenme sin pensarlo.
Las manos, pequeñas perfecciones que me acarician y se agarran a las mías propias mientras unos ojos marrones, profundos y penetrantes me observan lentamente, ansiosamente.
Se acercan nuestros cuerpos, se unen, y nuestros labios se fusionan en un río eterno e inacabado de sentimientos. No soy más que esto, un cuerpo muerto que no piensa en otro que no seas tú. Son pensamientos internos que afloran a tu vista, reaccionan frente al amor dado y recibido, frente a lo lejos de la aceptación y acogimiento.

sábado, 16 de noviembre de 2013

¿Qué es esto lo que siento
subir por aquí, por dentro,
excarvados y creados sentimientos
aquellos muchos, comenzados de cero?

El pasado extinto

Un inacabado pasado andado por un camino sin cuidado acarrea el cargo humano de ser portador de un futuro olvidado. ¿Qué hará esta persona, que sin acciones ni normas no puede alcanzar la honra en esta vida que es ahora? No tuvo vida ni tendrá, pues fue efímera y será esquiva en plurales horas extintas que ahora nostalgiará por haber sido malgastadas y perdidas.
¿Estás viva, pequeña persona abundante y tantas veces vista?

Leones

Rugen los leones en la sabana perdida
bien alto y fuerte para que se les escuche;
nadie les oye, son mudos y gruñen
palabras desconocidas en lengua extinta.

Han vivido tantas largas desdichas
que los altos páramos dejaron lúgubres,
por las lágrimas que escurren
caídas en tan poca vida escrita.

Leones perdidos su luz encontraron
en nuevo mundo oscuro y sombrío
de la que nunca pudieron, haber pensado.

Leones parlantes beben en el río
que nace allá, en el pasado lejano
y desemboca en un futuro, blanco y esquivo.

martes, 12 de noviembre de 2013

Deja que el mundo gire y gire. Deja de mirarlo y hazlo, deja de observarlo y actúa. Déjalo, pero haz algo.

jueves, 7 de noviembre de 2013

La frialdad y frescura arrasa

Seamos flores humanas y con patas
que con frialdad y frescura arrasan
estos campos marrones y rojos
que de ellos por sí solos
saltarían la alta valla
por ver tus oscuros ojos
que a estas olvidadas horas aman.
Aquí me acerco y prometo
que seré amante y amado
por las habitantes de este mundo llano
y por mi historia a la que espero.

Dicen...dicen tantas cosas...

Dicen que las cosas duran, duran y se van,
dicen que desaparecen, así, sin más,
dicen muchas cosas, pero ninguna verdad.

Dicen que el tiempo transcurre fugaz,
dicen que somos efímeros,
dicen del tiempo, un centellar.

Dicen de los unidos desunidos,
dicen que a nado no se puede cruzar
el precioso y ancho mar.

Dicen, dicen, dicen,
que el mío rayado tigre
jamás viene, jamás existe.

No los oigas, no los escuches,
sé tú en este universo sabio y dulce
que a buena hora nos sucumbe.

¿Quién eres tú...?

¿Quién eres tú, mi amada compañía;
aquella que en vagas noches de luz y día
surca los mares montes de'sta vida mía?

El extraño hombre mira-velas

Fugaces son las estrellas de las luces, velas brillando en cielo alto y ruge: ¡Sé tú mi fiel compañía! dice; pobre humano mira-velas eternamente encadenado a ellas. ¡Rompedlas! ¡Hacedme libre os digo! Desdichado enloqueció; grita, inmune a todas ellas. Voces en mi cabeza, ¡callaos! ¡Dejadme huir! ¡Huid de mí, externas nubes negras!

No tiene voz, no habla, ya quedó sordo el solo mudo loco en una habitación oscura y sin final; sin paredes, sin suelo, sin uno mismo exento de tanto negro. Él es esto, somos esto.

martes, 5 de noviembre de 2013

¿Dónde estás eterna espera?
¿Dónde vas y dónde vuelves?
¿Dónde está el alma que adormece
de'stas largas noches nuestras?

lunes, 4 de noviembre de 2013

Enciende tú la vela
lumbre de esta vida nuestra;
eternas notas de la canción
nacen en tus labios, preciada Elena,
acaban en los míos, son amor.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Llenado el fulgor, desaparece el dolor

Siento como la fuerza va penetrando
todo recto, hacia el centro de mi interior,
como desde dentro empieza llenando
el vacío del éxtasis y del fulgor.

Con un largo beso de alma lejano
consigues traspasar de aquí el amor,
cogiéndome de allí esta mi mano
logras desaparecer mi solo dolor.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Una bala sin final

¡MUERE!
Observa atentamente como se te escapa la vida, poco a poco.
Tu corazón sigue palpitando, escupiendo sangre, aún sabiendo que así lo único que logrará será desvanecerse.
Mira cuántos agujeros en tu cuerpo, tantos como balas disparadas. Soy bueno en esto, ¿no te parece? No te resistas, el final terminará llegando, cerrando el libro de esta historia tuya. Un libro que, si te das cuenta, aún no ha sido escrito. Pobre, en la vida me cambiaría por ti. *Carcajadas* ¿Lo pillas? Yo me cambiaría por ti en la vida, y a ti se te escapa esta...
Mira, ¿no te parece bello? Este charco, cada vez más grande, rojo oscuro. En un rato se hará una pasta pegajosa y se terminará secando, adhiriéndose al suelo. Pero claro, tú no lo verás, porque ya estarás muerto.
¿Qué se siente al poder ver como te mueres tan lentamente? Porque claro, si te hubiese disparado en los órganos vitales te me habrías muerto demasiado rápido... y así no sería divertido, como los anteriores, siemrpe termino matándoos antes de lo deseado, me despisto y... ¡Ups!
Que bonito a quedado el cuchillo entre tus ojos... ¿verdad?

La sombra oscura

Pequeño amigo, andas solo por el camino de una sola dirección. Rodeado de oscuridad, a la derecha, a la izquierda; sigues hacia delante a pesar de todas esas voces enloquecedoras. Almas vagas de la ruta sin final. Se distingue algo, después de tanto tiempo...¿Qué ves? A lo lejos, un motel, una puerta que se abre. Sale una sombra, al poco se agazapa y expande. Sobre tu cabeza, una sombra. Una sombra perdida entre la oscuridad. No la distingues, pequeño amigo, pero sabes que está ahí, vigilándote. Deslizándose entre las oscuras penumbras de esa mente tuya.

La flor.

Dicha flor, blanca y roja,
crece en el centro de mi fuego,
de la cueva, el negro interno,
nace alta y grandiosa.

La flor helada y penumbrosa
que perdió joven sentimiento
de ser corazón, su centro,
entre espesa bruma boscosa.

¡Grande, flor! ¡Sé árbol
que de semanas golpea y duele
entre podrida carnaza vieja!

Sé flor vencedora de malvados,
daga alta mientras duermen,
de sangre en el suelo, manchas secas.

La caja.

Yace una caja vacía, perdida y oscuraen un perdido y oscuro cajón. En un tiempo pasado, con una vela cercana resplandecía su bello interior. Aterciopelado morado bajo fantásticas palabras flotantes y escritas. Vela apagada de una ráfaga de viento, de un plumazo. Pobre caja, pobre cajón, pobre pasado olvidado entre tantos terribles llantos.

Ríos del pasado (Octavas)

Ríos dorados
caen cual sabia por el árbol,
ladrón bello, sapo alado.
¿Qué le hiciste a este sentimiento,
tan siempre, tan eterno,
que a este ser por tanto amado
pudres entre terrible sufrimiento?

No quedan exentos
aquellos tiempos pasados,
que desde aquel lejano
mes de mayo
surcan por mi mente estos
terribles ojos nuestros.
Blanco y negro el ganado,
que no sale, no escapa, de'stos terribles cercos.
Esquivo el tiempo ido. Recuerdos lentos y escritos, he dicho, afirmo que me he perdido.

Críticas.

Critican mi huida de la desdicha y mentira vivida por tantos meses y días; oída, acatada y servida por un fin resentida entre mis idas y venidas. Escucha amiga mía, no insistas en que no existía, pues estaré loco, pero no ahora, no, en mi vida.

jueves, 31 de octubre de 2013

Siento que no siento,
¿puedo?
No miento, pues el ser en el que me encuentro
hace tiempo
llegó a cero.
Es cierto,
cierto
que quiero
ser más de menos.
Y pienso:
¿Soy pienso
de cerdos
que con esmero
me plasman en el lienzo
mojado y seco?
Y ahora suelto
el aire que llevo
estos largos, años ciegos.

La vela.

Me encuentro en una habitación oscura. En alguna parte hay una vela apagada. Nunca alcancé las paredes del habitáculo, a pesar de que me opriman. La vela, apagada, ¿dónde estará? Llevo ya mucho tiempo buscándola, apagada. Cuando la encuentre, si lo consigo, no tendré nada con loq ue encenderla, solo la cera de la vela. Pero la encontraré, antes de que las paredes intangibles me opriman hasta la muerte. Algo inexistente.
¿Las paredes?
¿La vela?
¿El fuego?
¿Su luz?
¿Mi ser?
¿Qué es?
No debí entrar, en las calles de'sta ciudad, donde los males y la bondad deciden batallar, con tal de olvidar, olvidar el pasado atrás.

Definición resaltada.

Cabellos negros oscuridad acogedora
entre universos infinitos
que de tiempos brotan.

De profundos ojos lisos
de montaña llana exploran
flotando entre vientos mismos.

Ando por la montaña
algo desorientado y perdido,
mirando al cielo, universo inextinto,
sintiendo ligero el aire, estalla.

Rocas de blanca nieve
que entre estas aguas flotan
con ancla fuera del que tiene.

Ser brillante y roja
que de'ntre aguas sale, serpiente,
barcos de alta eslora.

Me encuentro sobre rocas saltando
por no caer en el agua que me ahoga,
lograr alcanzar esta mi costa,
sobre el ser afable y agraciado.

Ya deberías saber tú, ahora,
que me encuentro profundamente enamorado.
Sangre roja devuelta
por estas moradas,
ya os nostalgiaba
fluyendo por mis venas.

Ya llegó la sangre roja
a estos olvidados parajes,
y late, y late, y late
feliz el corazón que raíces brota.

El elfo entre torres.

Los peces saltan en el lago de agua helada, agua verde cristalina y fina de'ste torres rodeada. Un elfo libre y vivo de'ntre árbloes sale esquivo con una flecha en el corazón herido de sangre destruido. Se acerca a estas aguas con el fin de salvarse entre barcas y animales para poder escaparse de'ste desastroso desastre. Estos males del pasado le persiguen y restringenser feliz y humano en un pueblo cena-perdices.
Pobre triste insano.
En la vida, las cosas desaparecen,
se van,
y ya no vuelven,
ya no están.

Alas rotas.

Alas resguardadas, desusadas y atadas; que un día se cansan y exaltan, y rompen las cuerdas duras y blandas de la cueva que recuerdan por haber sido muertas en hilo fino cortante. Rostro sangrante entre malos nidos de pieles cortadas y ensartadas por el poder evolutivo de aquel lejano ente de antes. Humanos, rufianes, incesantes por propio sino. Insisto en aquel ser alado sin alas y sin camino que de dentro el llanto lento y presto calza zapatos subidos de cuero y fuego. Agazapárense ustedes, observadores del largo letargo de poderes desistidos. Demonios cojos en un mundo de cuerdos locos; que entre susto y susto estuvo este ser inmundo solo y solo, pensando en su logro insulso por la salida de esta vida-rima.

Pluma que viene, pluma que va.

Compañero de caminos,
mira en la lejanía,
¿ves lo que yo veo, en este nuestro sino?
¿ves lo que yo veo, en esta alma mía?
Observa las alas en este muerto mar
que acaban y rompen en esta roca sus días.
Pluma que viene, pluma que va.

El río del abismo.

Mirada entrante. Puertas hacia el oscuro abismo. Claro el río abajo, corriente fuerte y llevadera. Acércate y mira dentro, no te caigas, espera. Un poco más, un paso, de puntillas sobre la última roca. ¿No te asustas? ¡Qué vértigo! Viento en caida eterna; frena, frena... Unas hierbas sostuvieron tu caída. Pero tú quieres caer, no te asustes, no te rindas, suéltate, el río abajo benevolizará el efecto. Viento en caída eterna; frena, frena... SPLASH
Rocas pintadas en sangre seca: Una sonrisa aparece en el rostro del río claro del abismo oscuro.
¿Un sueño?...
Ave en tinta, vuela vuela, lejos en cielo, avanzando al horizonte, incansable. Vuela vuela, a través del bosque frondoso y oscuro, entre zarzas altas, grandes grandes.

El chico y la mujer.

Un niño danza calle abajo. Una vivienda a su izquierda, una ventana. Curiosidad del fin se apodera. Dentro, una señora come queso sobre un mantel amarillo. Un mono enfundado en un largo vestido rosado espera de pìe sobre la mesa de estar, mirando fijamente el reloj, quieto. Las manecillas del aparato no avanzan, no se mueven, pero el cuco suena, una y otra vez.
El pájaro pía en una habitación donde el único sonido proviene del piso de arriba. Ajena a todo, una mujer rolliza canta mientras se baña. Plic, plic, gotas saladas de un líquido transparente brotan de los ojos de la mujer, cayendo finalmente sobre la bañera, llenándola, entre eternas notas. Crash, se ha roto una ventana. Ha entrado una piedra. Una carta yace pegada a ella. La mujer la abre: <<estoy muerto>>. La radio suena, una voz infantil: <<danzo calle abajo, lentamente, entre tu música>>

Un puente.

¿Que ves, amigo? ¿Un puente?
¡Salta! No soy yo quien te detiene.
Date prisa, que ya lo tienes
aquel fin que es la muerte.

El alma del prado.

Este es el alma que galopa
a ras de los prados celestes;
recogiendo flores, y nubes,
en aquel lugar que es la mente.

Un viaje libre y sin barreras
entre las altas zarzas verdes,
por los del campo largos caminos,
seres del aire, los que siente.

El alma es feliz en un lugar
en el que nadie le atormente
inundado en olores, viento,
desea ver el tiempo detenerse.

Ya no es alma, ya no es nada,
solo longeva fuerza inerte,
ya no es, ya se fue,
al lugar del ser transparente.
Un espacio vacío,
nada, negro, esquivo;
sobre mi muerto cuerpo, un lirio,
ya no soy, ya no vivo.

El anciano escritor.

El viento silva entre ventanas rotas
afilando el lápiz con el que escribo
en un papel de leyendas-mitos
que en alcantarillas rojas desemboca.

En un banco un anciano observa
todo el mundo que rodea,
gira y gira, da vueltas
entre largas retorcidas sendas.

Mira la gente, como juega,
en este mundo que le alegra.
¿Entiendes tú ya, que es esta
la flor que alumbra y sienta?

La niebla rellena-carcasas.

No debí ver.
No debí entrar en aquella habitación oscura
que de por haber,
bastas llanuras había.

Llanuras verdes, con charcos negros,
¿qué hay en ellos? Se alumbra
y veo parásitos que con esmero
se alimentan del pobre ser que existía.

Ya caíste, desapareciste,
entre denso polvo de niebla.
La niebla se disipó
dejando solo lo que era.

Carcasa vacía y sin recuerdos
sin ser, por poner,
no era nada ni era uno;
era más, pues es menos.

La oscuridad en la humanidad.

Pasan las horas, y cae la noche
la oscuridad y el silencio reinan,
no se vislumbra siquiera un alma
en este mundo que ellos dejan.

Se levanta el polvo en la dulce atmósfera
en esta antigua Tierra nueva.
No cambiamos, seguimos iguales,
todos nosotros, la vida entera.

Un hombre

En una ciudad, lejana y nueva,
un hombre se hiergue y calza
los zapatos con los que avanza
por el camino la vida entera.
Reflexionemos sobre nuestras vidas, pensemos. ¿Qué haremos con ellas? ¿Hacia donde las llevaremos?
Haz algo, y fracasa.
Deséalo y vuelve a intentarlo.
Levántate con más ánimo.
Aprended el error y sobrepasa.

La realidad de la mano.

Una mano me agarra
en la blanca niebla
que llena este paraje, espesa
e interminablemente larga.

La mano es suave al tacto,
es firme y cuidadosa,
vamos cruzando con pasos lentos
este sucio y negro pantano.

Ya se vislumbra la ciudad
y la mano que me sujetaba
no tiene nada, no tiene brazo.

Ya se quedó la niebla atrás
y con ello la realidad imaginada
del buen acompañante humano.

jueves, 10 de octubre de 2013

La robot de vapor en pos de la magia

Ascendía en la nada blanca.
Ascendía, caía, derecha, izquierda, ¿qué era?
Tenía en el cuello la marca
de'sta máquina eterna.
Luchaba, luchaba; tantas matanzas.
Mi padre me hizo acero en peleas
para batallar a las criaturas malvadas
de'ste mundo oscuro que era
un final para la guarnición de la magia.

Reflexiones encharcadas

¿Dónde estás, pequeña ramera? Déjate encontrar, sal de las húmedas calles de'sta ciudad oscura. Sé libre cual pájaro enjaulado. Sé tú, sé yo, sé en estos parajes dejados por la mano del estado. Los charcos salpican al pisarlos, ya dejaron mis pantalones mojados. Haces ruido y gritas entre prostíbulos y bares enmugrecidos.

¿Por qué huyes, pequeña ramera? Recuerda aquel presente pasado, en el que no eras siquiera humano. ¿Lo eras, lo eres? Mira la Luna; grande en su bonanza ilustre. No, no, no he de ser yo quien te detenga. Atenta, ¿escuchas los ladridos de esta nuestra patria muerta? Son perros soldado en un mar de cangrejos. Sí, tú eres el pulpo rojo entre bastas rocas grises. Yo soy el mecanismo roto del engranaje desgranado. Yo sé quien somos. Sé tú quien somos.

Cayó el Sol ya por entre los bajos edificios desgastados. Aquellos malvados humanos que un día te insultaron, te negaron el ser tú, el pulpo rojo de largas patas recortadas al que un día....mataron.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Pobre escritor, tu que anduviste los caminos del dolor, tú que superaste los problemas de la vida con el fin de vivir esta. Tú, mi escritor, mi héroe, mi amigo. ¿Cómo lograste llegar tan lejos? ¿Cómo lo hiciste?

Una estrella quiso escapar del cielo, un elefante quiso aprender a volar, un humano quiso ser inteligente.
No eres lo que eres.
Eres ilusión,
eres mentira,
eres maldición.
Eres aquel día
que sin ton ni son
acaba y da vida
a un eterno dolor.
Eres tú, eres mi amor.
La vida,
un día.
Amanece,
anochece,
ya no parece
lo que era
lo que es.
Cambia,
un tranvia
en la vía
inacabable,
incansable,
no acaba,
y gira,
y gira,
no estabas,
no estarás,
solo el día,
solo irás,
no volverás,
te quedas,
y sigues,
y andas,
y ruedas
en cuesta
hacia abajo,
hacia la muerte,
hacia el cambio inminente.

Aquel que cae

Sé que me deshago
poco a poco, día a día, palabra a palabra.
Tú lo sabes, deberías saber, lo que pienso,
lo que hago, lo que no pienso.
 Lo sabes, al verme, al mirarme,
al hablarme.
Lo ves, te percatas pequeña perspicaz,
de mi mal ahora creciente.
No hago mal, no haces mal,
eres así, soy así,
soy el que cae por el barranco en la lejanía,
soy el que cae por el horizonte que nunca acaba,
soy el que cae, el que cae para no volver.
El gran mal es caer
y saber que caes
en un agujero sin pronóstico,
en un agujero, lleno de males.

Amigos

¿Qué son esas personas que dicen ser amigos?
¿Son personas cercanas que te recogerán en el salto?
¿Son personas con las que pasar el rato?
¿Son personas, o son extraños mitos?

Algunos serán de colegio, otros, de asilo,
no permanecerán un período largo
pues no son más que fugaces espasmos
de la rara y dura vida que seguimos.

Si de esto fueran mismas las personas
a lo largo del camino de la vida
se afianzarían bien sus sitios.

Pero dejan de ser seres, son cosas,
envueltas en lindo papel de mentiras.
Extraña vida que vivimos...
AMIGOS

viernes, 20 de septiembre de 2013

La mentira

La mentira golpea el alma
jamás buena, jamás sana.
Ahora viene, ahora ataca,
y yo le digo ¡BASTA!

Después vuelve y no para
es cutre, es mala.
Pobre el que piense
que se acaba.

No es dulce, no es rara,
sobretodo es amarga
cuando sientes
la matanza

El sentimiento que está...volando

Pájaros sobrevolando el cierlo.
¿Qué eres tú? ¿Qué es esto?
Pájaros menos, pájaros eternos,
duro sentimiento.

La claridad de mi lecho.

En la desolación de mi vida sumido
yazco agora en mi presente.
Ya muero, ya me tienes,
siendo menos persona que nunca he sido.

Erestú, mi amada, mujer de mito
aquella que es y que me entiende,
aquella que es y no me siente,
abandonándome en la depresión de cual asilo.

El sentimiento aflora y crece
rozando ya el alto techo
del edificio central de mi cuerpo.

Ya llegó la cuna que me mece
en este mío año cero,
en este limpio, mi lecho.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Aquella noche, aquella mujer

Caía la noche en una calle iluminada,
ante mí, jamás belleza tal vieron mis ojos
no es menos, que creí que me volvía loco
en aquella perdida noche estrellada.

Infinito placer mío en pos de su mano dada
pues con ella quería disfrutar solo
de mi corazón cada vez más roto;
un beso entre tantas estrellas robadas.

Un beso con final fugaz dado
por una fuerza que no era mía,
por otros tras entre tus labios.

No gustaba de la próxima vida
pues yacería solo en un pasado;
no poder de ello disfrutar por un más día.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Los ojos de la dama

Ojos son agujeros del alma,
ojos oscuros, pero castaños,
ojos expresivos, ojos de antaño,
ojos preciosos tiene la dama.

Estrellas blancas que afloran
entre dos orillas sonrosadas.
Salen del lago de plata helada,
aquel lago, que ya pocos valoran.

Calza tez morena
tez cálida, tez serena,
aquella tez que deseas rozar,
no solo tú, no está mal.

La pregunta

¿Quién soy yo, si soy nada
ante el espejo del alma?

¿Quién soy yo, si soy nada
ante aquel que me mata?

¿Quién soy yo, si soy todo
ante este mundo roto?

¿Quién eres tú?
Esa es la pregunta, quién eres tú.

jueves, 12 de septiembre de 2013

A   Oro, diamantes, plata,
B    rocas dadas por un
C    día de esta tecnología.

B    Entreteniéndose de ancianos aún,
C    navegando por internet su vida;
A    a los confines de esta matanza,

C    donde el tiempo no escaparía
A    o le esperan pistola y espada.
B    Ricos son pobres, son zombies, son ¡PUM!

Locura

 Llave salvadora en un mundo
 oscuro, soso y maltratado.
¡Cállense ustedes, leones y sapos,
 usurpadores de sentimientos mudos!
 Rara vez aflorará en este estado
 aquella llave rompemuros.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Las olas como palabras despojadas.

Mares de tinta que traen arena
entre preciosas olas despojadas,
que no son estrelllas, no son hadas,
son aquellas palabras despojadas.
¿Quién lo dice, quién lo dice,
que seas una princesa?
¿Quién lo dice,
si es eso lo que te atormenta?
Dime quién lo dice,
que será hielo, hielo en las frías estepas.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Al mudo loco

Daca tú mi amor deshojado
que yace ya en la tierra muerto,
pues se usó demasiado suelto
y terminó pronto desechado.

Mas fuiste tú, vil y cruel humano
quien desollaste el buen sentimiento
que de no haber sido basto y presto,
ay...¡cuánto hubiese cambiado el pasado!

¿Aún sigues con esa rabia descontrolada?
¿Con aquella infantil y seria
visión de este mundo roto?

¿Qué fue el pasado, si ya no es nada,
por las dichas y mentiras
del camino del mudo loco?

La torre

Una torre en alza
grita y dice:
¿Quién es quien anda?
A lo que el intruso pide:

Yo soy chico sano
y solo busco cama
en la que caer agotado.


La torre, este día generosa,
le concede el simple deseo:
Tendrás cama bien hermosa
a cambio de un pequeño reto,

no podrás ver que hay debajo
pues si vislumbraras tal cosa
deberé rebanarte a tajos.


Bien elevada será mi fidelidad
si esta es su condición,
pues solo depende mi felicidad
de un techo, comida y colchón.

Las hadas

En un bosque frondoso y alegre
de entre rocas salieron hadas
de largos cabellos y cortas alas
de trajes azules, rojos y verdes.

Es una especie bien endeble
con ciertas habilidades bastas,
algunas buenas y otras malas,
pero todos dicen: ¡hermosos seres!

Yace aquí, mi casa.
Yace aquí, mi risa.
Yace aquí, misuerte.

Yace aquí, mi hada.
Yace aquí, mi vida.
Yace aquí, mi muerte.

La pared

¡Ay! Que agraciada y desgraciada
que permaneces oyente y vidente
sin conocer menos que todo, ni más que nada.
Tú, ser omnipresente
en todas aquellas abundantes salas,
mas si no habla, no miente.

Témpanos de hielo.

Témpanos de hielo flotan en el mar
ardiente de las falacias de la razón,
son indestructibles en este paraje caótico.
Pensamos y no entendemos el por qué
de este sentimiento inquebrantable nuestro,
así mismo es nuestra perdición y salvación,
así mismo, es el amor.
Sentimiento innombrable
que abunda en este mundo;
sentimiento roto,
sentimiento amable.
Un triste secuestrado
grita y dice: ¡Me han matado!
¿Quién eres tú, si no humano,
aquel que me hace, tanto malo?
En una cama abandonada por las casas de la ciudad se encuentra un escritor de amor sombras y terror balbuceando palabras sanas entre el ron y el ruiseñor.
¿Qué es esta cara que me espanta?
¿No será el dolor sin color perdido en el corazón del escritor?

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Sé tú, mi fiel compañía
en esta vida
que no ve la luz del día.
Sé tú, amiga mía,
aquel ser que me guía
por aquellas locuras mías.
Sé tú, tú.
Sé como debieras ser
pues a mi parecer
no hay más que querer
convertirse en lo que un día se fue
para volver a caer
en este mundo cruel.
Somos puertas giratorias que giran, y giran, y giran.
Puedes entrar cuando quieras
pero solo la cruzarás a ciegas.
Son puertas, son ojos que te miran.

Puedes entrar cuando haya un hueco,
puedes dar un paso y chocarte con una pared,
puedes quedarte a medias y que esta te de
con el final de todo esto.

Algunas veces traerá regalos,
otras, trampas
dirigidas a todo.

Pero siempre será sano
que salgas
y ganes de cualquier modo.

La sombra de las cloacas.

Un terrible monstruo cabalga las alcantarillas amigo mío, tú lo sabes bien, sabes que acabará contigo, pues aquel ser horrendo y malvado consume tu alma desde las oscuras sombras de su cobijo. Conoce de la existencia de tu odio, un odio negro y desorientado.

Amigo mío, abandona tu menester, abandona aquellas preciosas barras de los bares pútridos de la ciudad, rodeado de botellas y vasos, y un camarero desperdiciado que se mantiene ante tus historias de aquellas antiguas aventuras en las cloacas con el fin único de mantenerte bebiendo, y pagando. Esas historias necesitan un fin, amigo mío, acude a ellas y desgárralas con el propio golpe de tu corazón. Sal de las mohosas calles e intérnate en las cloacas malolientes y mugrientas. Huele a rata muerta aquí abajo. Ven conmigo, mantente lejos. Extírpame entre manos sudorosas y vibrantes la locura que llevo conmigo. Vete de aquí, aléjate, pero arráncame la sombra con el último latido de tu corazón.

Un cuerpo inerte yace entre las aguas verdes flotando cloaca abajo. ¿Quién será aquel hombre desfigurado que se suicidó en estos parajes abandonados? Nadie conocerá su identidad.

Las aguas se tornaron rojas y peces mutantes salieron a la superficie. Un mar de muerte, desolado y maloliente dejaste por legado amigo mío. Nunca más volverás a hacerme daño fueron sus últimas palabras, vanas en un mundo sordo y ciego que lucha contra sus propias sombras.

Ya eres libre, amigo mío.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Rumiantes, bípedos y cambiantes que lo hacen, lo olvidan y lo hacen. No saben, no recuerdan lo que saben, de este mundo infame. Se levantan tropiezan y se caen; y se caen, y se caen...
¿Quién lo hizo antes, quién lo hizo, demasiado tarde?
No la subasten, por favor. No subasten sus vidas; por favor, no se maten.

sábado, 31 de agosto de 2013

Muerte.
Ese ser beneficioso y dañino,
ser ilustre e inerte,
aquel que hace que entierren padres los hijos
y la venganza.

Venganza.
Esa vida baja y apasionada
que sucumbe en razas,
aquella que dicen que es mala
y la dañan.
¿Qué dañan si no es la cara de la venganza?
Una bala, solo una hace falta para extirpar la cagada de las calas.
Allí donde están los inhumanos sanos y lejanos que golpean con manos y palos a aquellos sanos humanos cercanos.

Y dadnos.
Dadnos esa bala de venganza para terminar mientras danzan la danza de las cabras. Aquellas cabras de las montañas que lanzan golpes con saña.

Y te matan.
Te matan sin saber cuál es el mal de tu ser sin ser, de aquel corcel negro y horroroso.
Y te dan cordel y cordel y cordel, para que tú mismo te des aquella bala que hizo bien.

viernes, 30 de agosto de 2013

Hombres moles que derriban bloques de hormigones.
Hombres soles que inventan drones de colores.

Los inicios de esta especie inteligentemente "avanzada"

Un día lejano en algún lugar de este pequeño inmenso mundo un mono se levantó y dijo: "¡Ey! ¿Por qué seguir siendo nmono cuando puedo ponerme a dos patas y aprender a ser estúpido?
Y así nació el hombre.

Los cambios en un camino sin final.

Un lápiz se desliza
por una hoja en blanco
y lo que antes fue nada
termina siendo algo.

Un humano que camina
por un mundo alocado
y lo que antes fue hada
termina siendo lagarto.

Una nota salida
de un excelentísimo bajo
y lo que antes fue calla
termina siendo canto.

Hombres de vanidades

Ejércitos con hombres decididos
y valerosos que arramblan con ciudades
con el fin único de servir a sus deidades
y ganarse a favores un buen destino.

Negocios con hombres listos,
hombres repletos de vanidades.
Negocios de tramas ilegales.
Hombres que sirven al negocio mismo.

Un mundo entero
de Humanos egoístas y ricos
y pobres animales sin dinero.

Moralmente no son menos
esos sucios milicios
que mantienen la vida, a cero.

Mi sentimiento

Qué bonito.
Qué bonito y que dañino
ese sentimiento que siento
en el fondo de mi corazón.
¡Ay! Pero qué bonito.

Los olvidados saludados

Aquí me encuentro de nuevo,durante el último día antes de las vacaciones de verano, en mi trabajo a media jornada a las afueras de la ciudad.

-¿Qué tal Jackie? ¿Cómo estás hoy?
-...
Que maleducado, siempre me hace lo mismo.

-¡Buenas Ever! Cómo de costumbre Jackie me ha chafado la mañana. Nunca me devuelve el saludo. ¿Tanto pido?
-...
-¿Otra de pocas palabras, eh?

-¿Qué hay, Aaron? ¿Qué tal te lo pasaste ayer?
-...
-Me estoy empezando a poner de los nervios con tanto vacío, de verdad.

Pasé el resto de la mañana en un absoluto silencio. Cuando terminé el trabajo recogí mi chaqueta y salí del recinto. Como despedida me giré y leí en voz alta el letrero que colgaba medio corroido sobre el portón: "Cementerio municipal". Lo echaré de menos estos días.

martes, 27 de agosto de 2013

Siendo así, el amor
nuestra gran perdición,
lo seguimos y perseguimos
con gran emoción
sin conocer nuestro sino,
sin conocer aquellos sitios,
aquellos parajes dañinos.
Un oleaje interno, una tormenta, una erupción.
Un huracán de aspavientos,
Un chiquillo que acude a la escena con gran emoción,
y acaba magullado, roto y violento.

Una gota, una gota, una gota...
Van callendo gotas que le van haciendo a uno,
en un vaso de inerte cristal,
estas gotas son rojas, verdes, azules,
diferentes tintes, diferentes sabores,
se mezclan y cambian,
se mezclan en ese vaso inerte
lleno, rebosante,
expulsando de este otras gotas contaminantes.
Pueden caer colores oscuros,
que harán el vaso opaco,
o colores claros,
transparencias, alegrías.
Este es el alma, un líquido inócuo,
un liquido mutante,
un líquido en el inerte vaso del cuerpo.
Ver el horizonte, a lo lejos,
dividiendo tierra y cielo,
sentirte en este mundo lo menos,
al ver como tu tiempo se acerca a cero,
y, en cambio, el horizonte es eterno,
fraterno, si eso,
acompañándome desde el principio,
a todos sitios,
y ando, y ando, y ando, y miro,
ahí está, a lo lejos, mi sino.
Aquí me encuentro, grito,
grito para todos, todos los chicos
que no hayan visto el horizonte,
que se encuentren obstaculizados,
todos esos pobres descuartizados
de mente cerrada y de lado,
buenos hombres que son salvados,
y se dejan salvar solo mirando
a ese lejano, lejano horizonte.

lunes, 26 de agosto de 2013

Son los acordes en una guitarra de una cuerda.
Aquellos viejos paisajes monocromáticos.
Tal y como un triste gusano de seda.
Unas vistas ocultas desde el ático.
Es el derroche                                                Sobre una hoja                            
de sentimientos                                                antes blanca                                
sin miramientos                                                que mata                                     
 en un porche.                                                alguna hora                                 
Es el objeto que no llega a ser bello.
La acción implacable que queda a medias.
Una serie humorística entre tonalidades serias.
Es el placer inacabado al que ya no llego.
Aquí yace el dolor que ya no siento
entre jactadas risas serias
en un cementerio de mentiras medias
y enteras verdades cuando miento.
El fuego fiero
que arrasa con todo
acude lleno de gozo
a ver como muero.

Siente que le siento
y se hace el loco.
No le puedo ver, no le toco.
pero ahí sigue, consumiendo.

Es el fuego de tus recuerdos,
el fuego eterno en mis latidos,
el fuego implacable y retorcido.

Es él quien me hace menos,
Es él quien seré y quien he sido.
Mi amor, mi vida, mi sino.
Cuando se razona
no se ama,
cuando no se ama
no se pierde,
cuando no se pierde
no se siente,
y cuando no se siente,
no se es nada.

viernes, 23 de agosto de 2013

Soy el fantasma de tu ventana.
Aquel invisible hombre descuidado,
aquel que espera necio y ansiado
a que se la abras con ganas.

Pasando fuera la fría noche en pana
por ser tú el diablo encarnado,
por dejarme solo y a la mano
del de allí arriba y a sus ganas.

Por eso te odio y te amo
por tu firmeza tan poco sana
y por el desprecio derrochado.

Por toda esta responsabilidad a mi cargo
y todas esas miradas por la ventana.
Tanto bueno, tanto malo.
Somos clones
con distintos dones,
todos moles
sin apenas soles.
Bombillas encendidas que ciegan impidiendo ver su interior.
Bombillas apagadas que, por falta de luz, impiden ver su interior.
Bombillas, humanos que no se dejan ver.
Eso es el ser por el ser, y no el ser por el por qué del cómo.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Un fuego eterno sustentado
en basta cera de plástico.
Una antigua coraza del pasado
con un oscuro vacío sarcástico.
Una mentira ocultando
la peor verdad, la del propio yo malvezado.

El deseo de la lámpara.

Había una vez una lámparaque quería ser estrella. Quería ser más grande, ser vista por todas las personas y alumbrar como la que más. Todas las noches la encendían y ella miraba a estas, queriendo hacerles compañía, deseándolo con todas sus fuerzas.
La noche siguiente se encontraba en el cielo. Brillaba mucho y podía ver a las personas muy chiquititas a lo lejos.
Pasaron horas y nadie se le acercó para encenderla o apagarla. Las siguieron los días, las semanas, los meses. Entonces comenzóa desear volver a ser lámpara.

A la noche siguiente, su dueño llegó a enderla con una gran sonrisa, había vuelto. Entonces una voz le dijo desde dentro: "Espero que hayas aprendido esta valiosa lección, pues habrás podido comprobar que no es mejor ser conocido por todos que ser importante solo para unos pocos.
Pensé que si manifestaba mis pensamientos haría algo bueno,
nunca pensé otra cosa diferente a esta.
Si no sabes cómo decirlo, hazlo
Un niño inocente
sin mal en el corazón
demasiado joven probó el sabor
de la vida decente.

Duro por el dolor
de su vida anterior, miente
en su día a día actual, siente
que ya quedó sin honor.

Pues es la única forma
de prosperar en su vida,
dañando.

O se le ríen con sorna
y de en medio le quitan,
callando.
La máscara creada
por una mediana verdad
oculta el horroroso rostro real
de las mentiras pasadas



Aún sabiendo que solo creaba mal
creó la capa
de las vanas esperanzas
poniéndole a nuestra historia, un punto y final.

martes, 20 de agosto de 2013

Un poco de líneas...

Ellos dos son lineas paralelas,

que van rectas y directas,
líneas que nunca se cruzan.
Son líneas que van precipitadas,
hacia un futuro sin nada,
líneas que quedarán solas.

Ellos son líneas espirales,
que avanzan poco a poco,
recordando sus bienes y males.


¡Y aquí estan las secantes!
que se cruzan cruzan incesantes,
líneas felices, líneas...aberrantes.

Soy un amante incompleto
al no verte esas noches.
Soy un corazón incompleto
al no corresponder tú, mi derroche.
¿Qué es esto? ¿Qué siento
salir de mi corazón?
Es fuerte! Es un cañón!
Es débil, pero violento.

Te digo, y no miento,
que cuando este...¿dolor?
arrasa con gran ardor,
ya no soy, ya no siento.

lunes, 19 de agosto de 2013

Aquí tengo,
mi libreta, mi corcel,
mi tinta, mi paisaje,
a vos solo os sere fiel.

Pues fuisteis los unicos que no me abandonasteis,
seguisteis ahí, a pie,
sin fallarme ni retarme.
Tú, yo, mi ser.

sábado, 17 de agosto de 2013

Y estas son, las diferencias.

No es superior quien piensa
pues sin duda este caerá
con la muerte.

Mejor es quien ama con fuerza
pues este sí perdurará
en la mente.

Caerá al fondo y dañará
a aquellos cercanos entes
con sus quejas.

Se acercará y ayudará
a todas aquellas gentes
sin pereza.

Muchas dejará a deberte
inundándote con sus penas;
y morirá.

Toma tú, aquel este y ese,
que tu mal por mí no sea;
y vivirá.

Robert Frost (I)


Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;

Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos. 

Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos. 

Debo estar diciendo esto con un suspiro 
 De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
(Traducción: María Fernanda Celtasso)

viernes, 16 de agosto de 2013

Se abre una antigua ventana, salen murcielagos, sale polvo, sale suciedad, entra luz, entra un espectador.
Hay una chica vestida de princesa en cuclillas sobre el suelo, con las piernas desolladas puestas en una posición extraña. Está llorando. Con cada leve movimiento la madera del suelo emite un fuerte crujido.
El corazón de nuestro espectador se estremece, el dolor, la soledad, la tristeza eran demasiado espesas en una atmósfera a su vez recargada. Se acerca, poniéndole una mano sobre su delicado y frágil hombro. Como un enclenque pelele esta se derrumba en el suelo con un golpe hueco. Ya no hay lloros. Solo silencio. E. gira el cuerpo de la niña para mirarle a la cara.
-¿Qué le habrá ocurrido? -piensa.
Sus cuencas oculares estaban totalmente vacías. En el lugar donde debieron estar los ojos solo se distinguían dos manchas negras. La boca estaba cosida con un grueso cordón. Todo era tan difuso... Un estruendo rompió el silencio que reinaba, después de este, se despertó.
La cama estaba totalmente empapada de sudor, la luz encendida, y una chica vestida de princesa le acompañaba en el sueño.
Duerme, espectador, duerme.
Una tormenta, un oleaje,
a eso le llaman amor,
va subiendo, con gran ardor,
con valentia, seguridad y coraje.

Cual ser sera en el que se encarne?
Tal vez produzca dolor?
Tal vez deje mal sabor?
Alcese usted, y lo mate.
Siento tu amor en mi jóven corazon.
Siento tu amor en tu fragil mirada
Siento tu amor en las letras pronunciadas.
Siento tu amor cerca mía, sin temor

Siento tu amor cada vez que sale el sol
Siento tu amor en cada carta dada
Siento tu amor en aquellas escapadas
Siento tu amor, lo siento, con gran razón.

Estoy aquí sabiéndolo,
como se disipara con el tiempo,
se que esto tiene un fin.

Encuéntreme aquí, yo, sufriendo,
todo va mas lento,
he aquí, mi fin.
Aqui viene la botella de nuevo,
vacilante,
penetrante,
tan sola se acopla en mi mano,
vuelve a echarse,
mas, y mas, y mas.
Ya vuelve a estar el vaso vacio,
la camarera se acerca a mi,
¿quieres mas, cariño?
la botella viene de nuevo,
vacilante,
penetrante.
Ya vuelve a estar el vaso vacio.
¿Es que no me pone, señora?
¿No ve que al volcarse tanto no deja sitio?
Venga, camarera! Traigame otra copa!
Los besos apasionados cruzan las calles,
los pasos chapotean en las aun encharcadas aceras,
plaf, plaf, plaf, asi suenan.
¿Usted las escucha, señora?
¡Deme otro de sus besos pasionales!
¡Ay cuánto quiero
el revivir a Quevedo!
Poder hablar en verso
y sentir bien su fuego.
Los vientos que cruzan mi cabeza,
de oido a oido,
¿los escuchas?
Están ahí, y no cesan,
en todos sitios,
no esperan.
Son vientos que cruzan mi cabeza,
son vientos,
vientos lentos,
vientos sin freno,
vientos, con esperpentos.
Traen alboroto,
traen movimiento,
traen amor,
traen mucho, mucho viento.
Vuelcan mo cabeza
entre magulladuras,
suaves, duras,
cesan...
Ahi vuelven,
y mueven,
y retuercen
...

Las rojas estepas de una chica cualquiera. Cap. 1: Nuestro primer/cuatragésimo encuentro

Las tintas secas recorren este viejo papel oscuro en un bar bohemio de la capital.
El humo propio del tabaco barato ennublece aún más mi ya limitada visión.
En el fondo del bar, en una pequeña mesa redonda se encuentran cuatro viejos de ronca voz y ocho dientes peleando por una rutinaria partida amañada de póker.
Un sorbo más del alcohol también barato que aquí sirven. Ginebra dicen que es; según yo, pis de gato.
En un costado del bar una joven de moral distraida y vestido corto y ajustado tontea con un chico bien vestido demasiado joven para frecuentar estos parajes tan alejados de la ciudad.
Han echado a alguien por beber más de la cuenta. Ya van por el tercero, y aún queda noche.
-Parece que esta orina podrida tiene más fuerza de lo que pensaba -dijo el señor de mi derecha dirijiéndose a mí por primera vez.
Llebaba, como todos los días, una larga gabardina aompañada de un sombrero fedora, ambos grises, que le tapaba el cuerpo y el rostro respectivamente casi por completo.
Siempre nos sentábamos en el mismo lugar, yo aquí, en la barra, y él justo a mi derecha. El señor gris venía todas las noches y pedía un vaso de pis de gato ginebra que frecuentaba dejar lo más intacto posible. Era un hombre que siempre me había provocado cierta curiosidad. Tan gris, tan oculto. Según el tono de voz podría aventurarme a decir que Gris no superaba las tres décadas de edad.
-¡Hola, soy Javier! Y tú, ¿cómo te llamas? - pronunció, a mi parecer, con una alegría un tanto forzada.
-Yo soy Olivia, encantada -dije con mi voz más sofisticada.
-No más que yo, pequeña pelirroja.

jueves, 15 de agosto de 2013

No me mires
No me ames
No me dañes

¿De qué material estás hecha tú, mi amor; que resplandece de día, produce preciosa música con cada palabra pronunciada y me roza entre tactos sedosos?
Eres tú mi asesina de tintas, mi secuestradora de pensamientos, eres tú, la ladrona de mi corazón.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Ya por fin veía la luz. Aquella luz tan ansiada, por tanto tiempo.
Después de tanto tiempo recorriendo el túnel, aquel túnel oscuro y húmedo, podía volver a sentir la calidez de un nuevo día. El Sol brillaba con una fuerza que no recordaba, los conejos eran más blancos, los árboles más vivos, las montañas más imponentes, las nubes se encontraban más cerca... lo echaba tanto de menos, a todo.
En la entrada de El mundo real le esperaban personas que no habría esperado con los brazos bien abiertos. Aquellas personas que él no dejó que le acompañasen por el túnel.
¡Oh, me han mirado!
Esos ojos castaños.
¡Oh, me han tocado!
Esas delicadas manos.
¡Oh, me han besado!
Esos labios cercanos.

¿Cuando fue aquel día?
¿Cuando fue, aquel año?

Aquí yace el amor, olvidado,
tres pies bajo tierra, enterrado,
lleno de lágrimas, derramado,
siendo mejor cualquiere tiempo pasado.
En ese momento más bajo, ese momento en el cual te encuentras sumido en toda esa oscuridad que te va carcomiendo, te va tragando poco a poco, una persona cualquiera se acerca, ofreciéndote su mano.
Agárrala, sal, sálvate.
A partir de ese día no volvera a ser una persona cualquiera. Esta persona siempre se encontrará en el número 1 del podio. Esa persona siempre será especial en cualquiera de los sentidos.
Simplemente, esa persona será esa persona.
Humanos, idiotas humanos, que no sabemos expresar nuestros sentimientos y, por lo tanto, no somos lo que somos.
Somos humanos sin sentimientos.
Somos algo más que menos.
No somos lo que somos.
Somos sentimientos, sin estos propiamente dichos.
Somos humanos vacíos.
Somos humanos...
no somos humanos...
Escribamos manriqueñas
para hablar de la época,
y momentos.

Escribamos unas señas
y disfrutemos las cosas,
mas es menos.

Escribamos estas letras
acompañados o a solas,
en silencio.

 Escribamos y digamos:
¡Esta es la hora!
¡Este es el momento!
El amor viene y va,
viene, te daña, y se va.

Una mano celestial
que coloca a "aquella" persona en tu lugar.
Una mano celestial,
con muchas ganas de dañar.

¡Ay, amor, amor!
¡Qué habria hecho yo sin ti todos estos años!
!Ay, amor, amor!
¡Tan amable y tan tacaño!

Sin duda el amor es dolor,
y pasion,
y color.

 Sin duda, el amor es amor.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Aqui yacen los ojos verdes
que se perdian en el propio mar reflejado.
Los ojos que el alma engrandecen,
en un amor, salado.

domingo, 4 de agosto de 2013

Hay un momento en el que querrías que todo fuese como aquel día. Darías el resto de tu vida por vivirlo una sola vez más, tal y como eran las cosas. Lo vivirías con gusto una vez tras otra, tras otra, tras otra... Ese día del que no cambiarías nada, ese día en el que todo fue perfecto.
Todo su mundo había cambiado, todas las personas a su alrededor; las personas que le importaban, claro; él inclusive.
Ya nada era como antes, nada volvería a ser como antes.
Los cambios en las personas suelen ser unidireccionales transcurridos en una línea infinita, no se preducen en círculos. Es muy complicado que una persona, por voluntad propia, vuelva a ser como un día fue.
Y uno lo desea con todas sus fuerzas, volver a conectar, de alguna manera, con esas personas. El problema es que ya no somos esas personas que un día conectaron. Es como conocer a una persona nueva, puede caerte mal llegando a odiarla en algunos casos, puedes tenerla como una conocida más y no hacerle mucho caso, puedes valorarla como un nuevo amigo, puedes quererla, puedes amarla...

El mar de los perdidos.

Sentir cómo te vas desmoronando, cómo te vas haciendo polvo, mientras las olas se llevan este, poco a poco, ola a ola, hasta que no queda nada de ti.
Ves como esos trocitos minúsculos se van alejando cada vez más, flotando, disueltos en la ola. Llega un momento en que ni siquiera los ves, supones que están ahí, en alguna parte, pero no sabes si ese lugar esta cerca o lejos. Solo sabes que no puedes alargar la mano y recuperarlos, porque no están al alcance de tu vista. Mientras te vas desmoronando en este mar ves como te hundes cada vez más. Llega un momento en el que, haciendo un tremendo esfuerzo, consigues mantener únicamente la nariz sobre el agua para poder seguir respirando. Sabes que en algún momento te terminarás hundiendo pero tienes la vaga esperanza de que por este mar de aguas tranquilas, aunque mortales, pase alguna barca con el fin de ayudarte. Mientras tanto, sigues intentando sobrevivir, a contrareloj, a contrafuerzas...
Hay muchos sentimientos, celos, venganza, amor, dolor, amistad, orgullo...
Y solo hay uno que sea capaz de sublevar a los demás. 
¿Cuál es sino el amor?

Somos hombres que añoran el pasado.
Un pasado cercano, un pasado remoto.
Tal vez añoremos lo que nos ocurrió ayer, tal vez añoremos épocas lejanas, siglos y siglos atrás.
Somos recuerdos que se recuerdan en en sí mismos.
En un presente queremos nuestro pasado sin pensar que, en un futuro, querremos nuestro actual presente.
Somos eso, el afan de querer vivir un momento ya vivido sin poder vivir de esta manera el actual.

sábado, 3 de agosto de 2013

Volvemos a hablar de bosques...

Era una noche de invierno en aquellas tierras lejanas. Se encontraba mi solitario compañero cruzando un frío bosque de altos árboles cuando una tanda de fuertes vientos atizó los mismos. Una bandada de pájaros salió volando, a toda prisa, huyendo de algo. Eran cuervos. Un sonido hueco se escuchó a lo lejos. Nuestro amigo entró en estado de terror por unos momentos, claro que, el paisaje no ayudaba en ninguno de los sentidos a lo contrario. Luces, una serie de luces empezaron a parpadear en la lejanía. Luces verdes, rojas, azules, blancas. La última le cegó a pesar de la distancia a la que se encontrarían. Pero él era un hombre relativamente valiente y a pesar de lo ocurrido, prosiguió su camino. Era una noche repleta de estrellas, con una luna muy, muy fina. De nuevo, un grito de inmenso dolor desgarró el frágil silencio. Según lo escuchado por mi compañero, provenía de una garganta femenina. En esos momentos, en la oscura noche, no dudó en equiparse con su machete, preparado para las posibles sorpresas. Con aire justiciero pero aún pálido y temblando fue en busca de aquel grito. No podría decir el lugar exacto desde donde se produjo el mismo, pero sí la dirección, la misma de la que provenieron aquellas extrañas luces. Un metro, 5, 10, 50, 100... Recibió un fuerte golpe en la nuca que le produjo un grandísimo dolor.
Con un sobresalto se despertó en su casa. Una pesadilla, pensó, pero tan real. Apenas habían transcurrido 5 minutos desde que creyó haber salido por la puerta.  Se dirigió al cuarto de baño y se miró al espejo. "¡Pero qué pelos llevo!" "¿Siempre he sido tan feo?" y dicho esto, soltó una fuerte carcajada. Se echó un poco de agua en la cara para despejarse, ya no tenía sueño. Volvió a mirarse en el espejo, ya un poco más decente. Era un hombre atractivo, un chico más bien, veinti pocos tenía en aquella época. En la cara predominaban dos ojos azules que contrastaban fuertemente con el pelo negro, largo, que le llegaba a estos. "Ya es hora de volver a la cama" pensó. Se giró y dio la espalda al espejo, saliendo de esta manera de la pequeña habitación. Era un chico robusto, bastante musculado con una espalda ancha. Esa noche, aparte de lo normal, también tenía un profundo moratón que se extendía desde la parte más alta de la espalda hasta la nuca, ocultando el resto su pelo. Uno bastante negro. ¿De qué sería? De todos modos él nunca lo llegó a ver, pues no solía mirarse la espalda en el espejo y en invierno siempre llebaba jerseis de cuello alto. Todo quedó en aquella extraña pesadilla que no tuvo final, una pesadilla que se perdió en el olvido de este chico. Una mujer repleta de dolor que yacía perdida en aquel bosque extraño.
 

jueves, 1 de agosto de 2013

Allá un tiempo atrás

Se notaba el amor en cada una de las letras de pluma y tintero sobre ese papel amarillento. El olor a orina inundaba el ambiente debido a la ínfima calidad de la retirada de desechos. Un grito ronco mutiló el perfecto silencio de la noche. Una prostituta camina entre carcajadas agarrada de la cintura por la mano blanca del Barón que, a su vez, sujetaba un gran fajo de billetes, algo nada común y, menos aún, allá por el siglo XVII. En su otra mano suejetaba una botella de vino producida por sus tierras. Iba tremendamente borracho, como todas las noches, deambulando por las más bajas calles de la ciudad.

En estas se situaba nuestro protagonista, escritor de profesión y limpia establos por pura afición. En estos momentos, antes de que servidor interrumpiera, se encontraba a punto de escribirle una carta a su amada, hija del marqués de carabás (este sin un gato parlante, sin ogros ni gigantes). Dejarete yo agora con él y sus palabras.

[...] Jamase visto belleza tal que hiciese competencia al Sol, a la Luna y a todas sus seguidoras esponjosamente blancas [...]

miércoles, 31 de julio de 2013

La vida en etapas

Sólo somos niños una vez, saltemos, caigámonos, raspémonos las rodillas.
 



Sólo pasamos por la adolescencia una vez, vive tu primer amor, tu primer beso, vive toda esa cantidad de nuevas emociones.
  
 (bueno, tal vez sean un pelín mayorcetes, no importa)



Sólo nos hacemos adultos una vez, ten hijos, enséñales todo, viaja, haz ejercicio, ten experiencias fuertes que te revuelvan el estómago, haz de los pequeños detalles un gran mundo de ilusión.
 



Sólo llegamos a la vejez una vez, disfrútala, siéntete orgulloso de todo lo que has hecho en la vida, sácales una sonrisa a tus nietos, cópiasela y sal a la calle, juega al balón, haz nuevos amigos, nunca es tarde.
 


Sólo morimos una vez, así que, cuando llegue el momento, acéptalo. Será más fácil si disfrutaste al máximo todas y cada una de las etapas anteriores. Cuando te de la cara, sonríele.

martes, 30 de julio de 2013

El suicidio inacabado de Ever (parte I)

En ese momento del día no había horizonte. El cielo y el mar eran de colores idénticos, no había un fin definidio en cada uno de estos. Se mezclaban, uno con otro. Tan lejos, tan cerca.
Era invierno y no había nadie en la playa. Ni bañistas ni busca-bronceados y, a falta de estos, tampoco había socorrista. Solo estaba ella, con su pelo negro ondeado por el viento que le llegaba hasta bien entrada la espalda. Tenía unos ojos verdes, preciosos. Si te acercabas lo suficiente a ellos y te parabas a mirarlos, sentías el vértigo de quien cae desde el aire, pues estos eran el reflejo de su alma. Como dos lagos le decían. Los labios perfectos, ni muy carnosos, ni poco. Una curvatura siempre forzada hacia arriba. Tras estos se encontraban dos hileras de blancos e inmaculados dientes.
La chica fue entrando en el mar, paso a paso. "Qué fría" pensó.
Nadie la había valorado nunca, se daba asco ante el espejo, no lograba sacar buenas notas en la escuela, sus "amigos" no la querían...
Otro paso.
El agua le llegaba ya por encima de la cintura. "Ánimo, ya falta poco". No podía echarse ahora atrás, no ahora que estaba tan cerca de escapar de todo esto.
Uno más y ya no hizo pie.
Se veía tan distinto el mundo desde ahí abajo. Otro mundo. ¡Ay! ¡Cuánto le habría gustado nacer pez! Sin preocupaciones, solo nadar, nadar, nadar...
Poco a poco se le fueron disipando los pensamientos, empezó a ver todo borroso, no le quedaba aire. Se estaba muriendo. Por fin, ese fin tan ansiado, durante tanto tiempo. Todo acabó poniéndose negro.

----------------------------------------------------------------

Se despertó entre toses. le salía agua por la nariz, no podía respirar del todo bien. ¿Dónde estaba?
A pesar de ver todo difuso, pudo entrever a Henry a su lado, inclinado sobre ella con la cara totalmente pálida. Tenía la ropa empapada.
-¡¿Pero qué mierdas haces Hen?!-dijo la chica apoyándose sobre los codos con el fin de elevar su cuerpo un poco, lo poco que podía.
-Yo...estaba dando un paseo por la orilla sumido en mis pensamientos cuando vi algo flotando en el mar. Al principio me quedé un poco en shok, no sabía lo que era ya que no llebaba las gafas puestas, pero al fijarme vi que era un cuerpo humano. Sin pensármelo salí corriendo para traerlo a la costa a pesar de no saber nadar, saqué fuerzas de donde no tenía. Me lo puse encima mía y volví a tierra firme. Lo apoyé sobre la arena y cual fue mi horror al ver que eras tú, Ever, la que estaba muerta, sino apunto. Gracias al curso que recibí de socorrista hace unos meses, en el verano, pude ayudar. Junté los labios y te hice el boca a boc...
-¡Joder, calla! ¿No te enteras que me deberías haber dejado allí?
-Te amo, no me vuelvas a hacer esto, ni se te ocurra.
Ever nunca antes había escuchado aquellas palabras salir de la boca de alguien siendo ella el destino de las mismas. Era el chico del que estaba enamorada desde que entró a la escuela, pero nunca había tenido más que una conversación con él, nunca se habían tocado.
Rompió a llorar.
-Yo...Hen...no lo aguantaba más.
-¿El qué? ¿Qué ha pasado? -dijo aún con la cara pálida.
-Todo. El día a día. No podía seguir con esto...no podía...
-Venga, Ever, vamos a dar una vuelta, ¿te apetece? -con esta frase forzó una sonrisa y fue recuperando el color.
-Bueno...vale...vamos...


----------------------------------------------------------------

Iban los dos muy cerca, casi pegados el uno al otro por el paseo marítimo. Tampoco había nadie en la calle, algún coche de vez en cuando, no más. Los pocos se encontraban refugiados del frío ivernal en los bares y cafeterías.
-Sentémonos un rato en aquel banco de allí, me encuentro cansada.
-Has estado a punto de morir, normal que estés cansada -dijo en un tono muy triste- ¿Te encuentras mejor ahora? -preguntaba mientras con una mano le ponía el pelo tras la oreja.
-Sí, mucho mejor. Perdona por lo de antes Hen, y gracias por todo...
-Ah, bueno, no ha sido nada, hice lo que debí hacer, nada más -después de una caricia en la mejilla apartó la mano de esta.
Después de esto se hizo un largo silencio. Un silencio que no fue incómodo para nada, los dos lo necesitaban.
Ever pensaba en aquella escena. Hace apenas unos minutos iba a morir porque no tenía a nadie, y ahora se le había declarado el chico al que amaba con locura. Estaba confundida.
Henry no paraba de darle vueltas a la cabeza. Demasiados pensamientos cruzaban demasiado rápido su mente. Muchas preguntas.
"¿Qué estará pensando? ¿Le habrá molestado que me acerque de esta manera? ¿Y el te amo de antes, se lo habrá tomado a mal? ¿Me hablará sobre ello?"
Demasiadas emociones por un día, pensaron.
Ever estaba decidida, iba a probar, tal vez el te amo fuese en serio, tal vez, y solo tal vez, no lo dijese por ayudarla, a lo mejor no lo dijo por la situación, tal vez lo sintiese de verdad.
-Y...bu-bueno...mmm...¿tengo que volver a intentar suicidarme para que me beses? -dijo a medio tartamudear.
En el mismo momento en el que terminó la frase, ya tenía los labios de él junto a los suyos.  Estos fueron moviéndose, casi con vida propia, uno sobre el otro.
Ninguno de los dos había besado antes.


----------------------------------------------------------------

domingo, 28 de julio de 2013

Realidad

La realidad es algo relativo.
La realidad es aquella que predomina en las mentes del reino.
La realidad no es tú realidad.
Puede ser más palpable, pero no será real mientras no la hagas real en las mentes de los demás.
La realidad de cada uno, es aquella que en la que se recrea tal individuo. Si en su mente hay tal realidad, para él será tal realidad.
Si la mayor parte de los individuos creen en una realidad, será la realidad que predominará en el pueblo.
Si es dicha realidad es La Realidad.
Y ese pequeño colectivo (si lo hay) que crea en otra realidad serán acusados de locos, pues es una realidad paralela que no es verdadera.
Pues la realidad es aquella en la que vivimos.
Podemos vivir de muchas maneras.
¿Es acaso más real el mundo palpable que el mundo existente en cada una de nuestras mentes?
¿Y si ese mundo-mente se pudiese hacer medianamente palpable?

viernes, 26 de julio de 2013

Tengo sueño, estoy cansado.


Tal vez deje atrás todo esto.
Tal vez tenga curiosidad por saber que hay después de la muerte. Solo tal vez.
A lo mejor quiero saber si eso que hay después es mejor que esto.
Tal vez no haya nada, y eso sea mejor que esto.
Tal vez, y solo tal vez, todo esto se acabe de una vez, en un momento.
Tal vez sea rápido e indoloro. Tal vez...

jueves, 25 de julio de 2013

Somos muertos aún vivos, caminando por el ardúo camino de la vida.
Somos muertos esperando a morir.
Somos muertos que, para serlo, primero deben pasar por una serie de pruebas, de percances.
Pero hay un camino rápido, suicidio lo hacen llamar.

Las puertas.

Y en el final último nos vemos condenados a encontrarnos solos ante esas puertas de madera y acero, con el fin de abrirlas, y, una vez hecho esto, cruzarlas.
Las puertas que conducen a ninguna parte.
Las puertas que nos pierden en ningún sitio.
No hay siquiera oscuridad, solo nada.
Dale al hombre una máscara y te dirá la verdad,
dásela al poder, y te joderá.

miércoles, 24 de julio de 2013

La muerte no es algo a lo que debas temer, simplemente, no te cruces con ella.

Todos...menos yo.

Todos salen a la calle contigo, menos yo.
Todos te abrazan, se pegan a ti, menos yo.
Todos te hacen reir, menos yo.
Tal vez, algún día, todos te fallaran, menos yo.

Día a día.

Me despierto y levanto.
Desayuno un vaso de leche.
Me visto y me lavo los dientes,
y al instituto voy tirando.

Después del aburrimiento ocasionado,
después de que vuelva a casa y almuerce,
hago los deberes
y ya voy merendando.

Juego.
Investigo.
Chateo.

Ceno.
Libros.
Duermo.

             Las mentiras, una máscara.
                      Una mosca insidiada.
                         Un hada que juega
                        con seda y esparto,
       en un estado de pleno carnaval,
                  sal, y ponte la máscara.
Saltó.
Cayó al vacío.
Gritó.
Dejó atrás el precipicio.
Realmente casi no se movió,
del sitio.
No somos ni más ni menos que el tiempo que nos queda. El cómo usarlo es cosa nuestra.

lunes, 22 de julio de 2013

Una pequeña ayudita

http://www.mamaquieroserartista.es/votaciones-y-v%C3%ADdeos-viernes-19/

Este fue un concurso al que se presentó mi pareja y las votaciones van por internet, si me hiciéseis el GRAAAN favor de votar a Laura Díaz Portales yo os lo agradecería muchíisimo.

viernes, 19 de julio de 2013

El beso.

Una única ola,
en un mar rojo,
con pedruscos blancos,
y una ola solo.

Con una costa rosada,
terminante aclarándose,
hasta unas cavernas, seguidas de dos minúsculos lagos,
extendiéndose, ensanchándose.

Y esa única ola,
un día colisiona con otra,
produciéndose el gran oleaje esperado,
entrechocando las costas entre movimientos sísmicos.
Una ola tras otra.

martes, 16 de julio de 2013

Y no sé, no estaba tan mal autolesionarse.
Era una manera que tenía de evadirme de mis problemas, hay quien se droga, quien bebe, quien hace paracaidismo, quien folla, yo me rajaba.
Y ya no puedo por una promesa... una promesa que debo cumplir.
Me encantaba ver la sangre brotar de mi brazo, expandirse por él.
También sentía una gran excitación al ver las cicatrices, de un color tan rojo oscuro. De esa manera recordaba lo que hice, la sangre brotando, y me volvía a evadir un poquito.
También, cuándo tenía las cicatrices, no me cabía ni una más, por ello deseaba que se fuesen rápido para poder volver a cortarme.
Ahora tan solo quedó una muy pequeñita blanca brillante que me hice con un cuchillo tipo "asesino" de las pelis americanas.
Aparte también quedaron líneas grises muy, pero que muy finitas que no se aprecian si no se conocen.
Pero estas marcas no me importan, si con ello puedo evadirme de mis problemas...

Acrósticos

Agora, un sentimiento olvidado,            
Murió ya hará un siglo,                        
Osados los que le otorgan asilo,            
Ruines aquellos que lo dejan maltratado.
La vida es maravillosa, 
solo hace falta vivirla.
Unica nariz austera
entre unos ojos profundos,
un par de labios inmundos
inscritos en cual piel tersa.

Esta vida perecedera
que yo mismo disfruto,
con problemas no me inmuto
con amores que me alegran.

!Qué fuese el amor sin ti!
Sin esa faz dislocada,
sin las alegrías dadas.

Que esto no es hecho por mí,
si no por lo que viví
en tantas vidas pasadas,

Mi amada
Y a cada metro, cada centímetro que me alejo de ti, es un kilómetro mental a recorrer por peñascos de amargura pura y sólida como estos mismos. A recorrer por carbón de hogueras ardiente compuesto por furia interna. A recorrer a nado en un océano hacia ninguna parte.
El amor, de sí es otro mundo.
Un mundo mudo.
Un mundo ruidoso.
Un sentimiento de sentimientos.
En sí mismo un coloso.
El nudo de nudos.
El fin del que la vida es recubrimiento,
y no miento,
pues hay que ser cauteloso
con este mar de trucos,
con este mar, tan hermoso.


Realmente, un asiento.
Pero sin patas, no miento.
Flotando sin arte, muy soso,
o haciendo virquerías, como cual bufón talentoso.


Es apacible y amable,
es valiente y furioso,
pues tanto pelea con mocosos,
que con gigantes de calle.
El mal que se cierne sobre estas tierras, agora oscuras, no es más mal queste mar de injurias, desconfianzas, y hombres sin honor.
¿Qué es un mundo sin honor?
Un mundo sin personas.

En un instante...

De un golpe seco la botella de cerveza, ya vacía, estalló en mis pedazos contra la nuca de su víctima. Esta, ya derribada, cayó con un fuerte estruendo por las escaleras de la vivienda. El chico arrastró el cuerpo desvanecido, casi sin vida, hasta el sótano de esta.
Y el padre cayó
Y el chico se escondió.

Debido al ruido provocado, el hermano menor acudió corriendo, sin saber lo ocurrido. Pobre niño incauto, dicen que la curiosidad mató al gato, mas esta vez fue él el dañado. Un paño sujetado por una pálida mano salió de entre la oscuridad, y con un movimiento rápido y fuerte pero no por ello menos elegante se posó sobre los orificios respiratorios del niño. Este, poco a poco, fue sometiéndose al dulce aroma del cloroformo. Dicha nueva víctima, por su parte, fue llevada a su vez, si no arrastrada, al sótano.
Y el hermano cayó.
Y el chico se escondió.

Al poco rato sonó la puerta.
-¡Hola mamá! Ahora mismo te abro.
El sonido de dos pares de zapatos desplazándose por el pasillo de la vivienda fue interrumpido por el del característico del metal cortando el viento, proseguido del silvar de una bala con su crujido correspondiente al salir del arma y atravesar la cavidad craneal de la víctima de extremo a extremo. La vida se devaneció del cuerpo antes de que llegase a desplomarse por completo.
El chico, olvidado ya de la temeridad cometida, se entretuvo observando cómo la sangre se alejaba del cadáver, deslizándose así por el suelo, cayendo, como cual casualidad prescrita por las escaleras que la guiarían al sótano. Quien lo viese diría que era el alma misma yendo a reunirse con sus allegados.
Poco a poco. Gota por gota.
La madre murió

El chico, más eufórico por momentos, no podía aguantar la excitación que le producía pensar en lo ocurrido, aumentando mas aún al pensar en lo que le quedaba por hacer.
Bajó por las escaleras del sótano de dos en dos con un fuego interno. Cruzó el umbral. Una estaca de madera le atravesó el cuello, desde la nuca hasta la tráquea, dejándolo sin vida sobre una nueva, aunque pegajosa, alfombra roja.

miércoles, 10 de julio de 2013

¿Quién es quien llora al otro lado del muro?
Todos, todos lloran, todos en el suelo, todos tirados, todos enfadados, tristes, integrados en una sociedad extraña.
¿Qué habrá pasado?
Muchos ruidos, muchos sollozos, mucho dolor.
Y el muro se derrumba, se destruye, se desvanece.
¿Quién es?
Sólo hay un chico.
¿Tanto dolor para una sola persona?
¿Y todos esos gritos?
¿Y todos esos sollozos?
Se acerca gente, ríe, juega, salta.
El niño está tumbado en el suelo cubriéndose la cara con un brazo, sin las fuerzas necesarias para levantarse. Llora.

domingo, 7 de julio de 2013

Los giros...

Todo ha cambiado, ya nada es como antes, ya nadie es como antes.
Las cosas van rotando, girando sobre su propio eje, enseñándote sus diversas caras.
Tal vez, cuando completen el giro completo, vuelvan a sus inicios, o, tal vez, permanezcan en una de ellas, creyendo, pensando, que esa es mejor, y es más, para ellos será mejor.
Y aquí queda uno, al margen de todo, rotando también, girando, sin saber a dónde mirar, a quién mirar, cómo mirar.
Mareado.
Cerremos los ojos, dejemos la vida pasar.

El chico de los cuchillos.

Empezó a hacer malabares con ellos, con los cuchillos.
Al principio le colocaba papel higiénico en la cuchilla, más tarde, cuando cogió práctica, se lo quitó.
Después de practicar un par de veces, la madre irrumpió en su habitación para sorpresa del chico. Entró gritándole, ¿qué haría él haciendo esas cosas?
El cuchillo se le clavó en la mano, la atravesó por completo. Dos gritos provenientes de las dos gargantas de la habitación gritaron, a su vez, atravesando el vecindario de extremo a extremo.
La sangre empezó a salir.
Al salir en esa cantidad, tanta, el chico se percató de que era más oscura de lo que él creía.
A ese ritmo se desangraría allí mismo, en unos momentos. Tantos pensamientos cruzaron su tan inocente cerebro...

El chico y las pastillas.

Llevaba ya un par de semanas adormecido.
Día tras día, pastilla tras pastilla.
Sabía que era malo, que eso le mataría, es más, sabía que ya le estaba matando, poco a poco.
Día tras día, pastilla tras pastilla.
Pero no podía aguantarlo más, su entorno le mataba aún más que las pastillas.
Día tras día, humillación tras humillación, paliza tras paliza.
Antes se cortaba para evadirse un poco de todo, ahora ni eso surtía efecto, solo quería pasar esta edad, hacerse independiente y huir de todo esto, quería llegar a eso, o, simplemente, no llegar.
Quería escapar, de cualquier manera.
Las pastillas harían que se saltase esta etapa, que hibernara, o lo matarían, lo que ocurriese antes, no le importaba demasiado.

domingo, 30 de junio de 2013

La rosa...

Y eres una rosa,
con espinas,
pero preciosa.

Aquellos entes de allende.

Paredes blancas
que esperan ser dibujadas,
y observadas.

Personas inútiles
que esperan ser útiles
y luces.

Que lideran rebaños
de ovejas sin mente
que sin ensayos,
yacen, inertes.

Lacayos,
débiles y fuertes
que perecen,
dando muerte,
siendo entes,
latentes,
en el presente.
¿Cuál es este?
Este es mi ente
de juguete,
que vaga latente
en mi mente.
Ponte las lentes
y que no te tienten
pues son entes
fuertes
e inteligentes.
Son seres
que te mienten
y te sienten,
y te lleven
para allende,
los mequetrefes
con suerte.

viernes, 28 de junio de 2013

Y todos hemos nacido,
con el fin primero de morir.
Todo empieza,
y todo acaba,
un plumazo,
una bala.
Somos algo?
O somos nada?
en este mundo,
de orcos y hadas.
Unos protegen,
muchos atacan.
Este es el odio,
bajo la cama.
Los monstruos y miedos,
que amenazan,
sin compasión ni respeto,
y te matan.

jueves, 27 de junio de 2013

El chico oscuro

La oscuridad se cernía en él poco a poco. Las sombras se le empezaron a acercar, primero lo empezaron a acariciar con suaves y frágiles dedos, más tarde, zarzas subían por las piernas, enrollándole, atándole al suelo, impidiéndole escapar.
Lo peor era que el chico tampoco quería escapar. Cuando vio el primer indicio de maldad, se rindió. Sabía que había llegado su hora. No quería evitarlo.
El chico, con dos esmeraldas en la cara, siempre había luchado, siempre se había antepuesto a la sociedad, siempre la había superado.
Y cayó, inerte, como un cuerpo ya sin vida en la alfombra de la habitación. Era ya demasiado tarde para pedir perdón, nadie le escucharía...
-Lo siento- Dos palabras que, aunque débilmente, lograron atravesar los labios de aquel...

El chico que se aficionó a matar.

La rabia fue creciendo dentro de mi pecho, entre fluctuaciones de compasión y humanidad.
La rabia, la ira, la furia.
No podía aguantarlo más, me acerqué a la cocina, cogí el cuchillo, el mismo con el que un día me saqué sangre a mí mismo, y lo maté.
Me divertía ver como la sangre, roja, muy oscura, salía sin parar a borbotones del cuello de mi víctima.
Una apuñalada, y otra, y otra, pude llegar a contar 50, al menos. Ella ya había muerto, pero seguí apuñalándola. Cada día de rabia desembocaba en un nuevo agujero rojizo en su cuerpo, ya no salía apenas sangre. Las lágrimas me empezaron a caer, al compas de los golpes, y caían sobre ella, se entremezclaban entre la sangre y se perdían. Eso me enseñó que la ira siempre gana a la compasión, a la humanidad, la ira (la sangre) había absorvido todas mis lágrimas (la humanidad), ya no me quedaba ninguna, y volví a matar.

miércoles, 26 de junio de 2013

Una mirada basta para coger odio a alguien. Una mirada para enamorar. Una mirada para dejarte pensativo, de por vida. Una mirada para ponerte al desnudo. Una mirada para despedirse. Una mirada para morir. Una mirada con ojos, verdes, que te dicen "Hola".

Escribamos...

Escribamos con fuego en nuestros corazones.
Escribamos con tinta en nuestros folios.
Escribamos con palabras en las mentes ajenas.
Escribamos con tinta en las paredes de nuestras almas.

Nosotros, los pobladores de este planeta, ¿que somos si no hacemos nada?
si nacemos y nos vamos tal que así ¿qué cambió? ¿Que provocó nuestra estancia en él?
¿Si no hubiéramos nacido, habría cambiado algo o, mejor dicho, seguiría todo igual?
No somos nada, no somos nadie, pues no hicimos nada. No influimos nada, si no nos lo proponemos.
Y si no nos lo proponemos, podríamos no haber nacido. Somos "prescindibles". Prescindibles o, si acaso, negativos. Muchos, la mayoría de nosotros, podríamos no haber nacido, y no habría cambiado nada, pues no nos proponemos cambiar nada.

domingo, 23 de junio de 2013

Y nosotros, los humanos, "los tontos del pueblo" refiriéndonos a las especies del mundo.
Los humanos que, con un uso relativo de la conciencia, del pensamiento, nos destruimos entre nosotros.
Somos aquellos que nos destruimos, una y otra vez, renaciendo de nuestras cenizas como cual fénix.
Este, que cada vez que lleva cierto tiempo en esta tierra, se autodestruye, al igual que nosotros, entre llamas, renaciendo más tarde de sus propias cenizas. Eso hacemos, destruirnos; entre llamas, entre armas de fuego, entre puñetazos y patadas; y renacer, para podernos volver a destruir. Nosotros, con uso de razón, sabiendo que nos estamos destruyendo, que nos destruiremos, lo hacemos, seguimos ese camino, sin querer cambiar, sin querer salir de ese camino en forma de círculo, que nos impide avanzar.
Inútiles. Idiotas.
Y no somos más que frágiles y débiles cuerpos, almas si eso encerradas en ellos.
Cuerpos que, con un simple golpe, pueden desvanecerse.
Cuerpos que, con una llama, pueden evaporarse.
Cuerpos que, de una caída, se esparcen.
Almas alterables en un cambio continuo, almas que, con un cambio demasiado brusco, o con la ausencia de ellos, desaparecen, se apagan, apagando también el cuerpo que habitan, destruyendo todo a su paso, en su proceso de autodestrucción.

Entradas populares