Las nubes se cirnieron sobre las tierras y las aguas; las altas estructuras, una vez construidas y en alza, con el tiempo se convirtieron en grandes montañas de hierros y hormigones; los vehículos quedaron aparcados y apartados, los puentes cayeron y las islas se aislaron, los bosques dieron paso a desiertos y los árboles a montones de arena.
De vez en cuando una corriente de viento cruza por los antiguos caminos, buscando algo, o a alguien.
jueves, 19 de diciembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Esta película, en mi oponión, es la mejor que seha hecho nunca, tiene su parte de amor, su parte de acción, pero lo más importante, tiene un...
-
Observa como admiran los inertes entes a la muerte ¡Sean fuertes! Pues el día en el que llegue no habrá más que fuenebres calles, allá cuand...
-
Aquí, vuelves tú, mirando por la ventana de la horca. Ves nubes, pájaros, risas; y las escuchas. Aquí, vuelves tú, mirando por la ventana d...
-
No sé ni cómo he llegado a acabar así, No sé siquiera si quiero vivir. Si quiero despertarme de nuevo en este mundo, si quiero mirarme, l...
-
No eres lo que eres. Eres ilusión, eres mentira, eres maldición. Eres aquel día que sin ton ni son acaba y da vida a un eterno dolor....
-
Hombre de piel de yeso no huyas de mis versos de roble, de madera efímeramente eterna. No huyas cadáver, latente en mis recuerdos, ...
-
Rugen los leones en la sabana perdida bien alto y fuerte para que se les escuche; nadie les oye, son mudos y gruñen palabras desconocidas...
-
Venga, volvamos otra vez a mirarnos, que te vea esos preciosos ojos oscuros, casi negros, que ocupan tu rostro. Que vea tu interior atravé...
-
Alas resguardadas, desusadas y atadas; que un día se cansan y exaltan, y rompen las cuerdas duras y blandas de la cueva que recuerdan por ha...
-
¡Ay cuánto quiero el revivir a Quevedo! Poder hablar en verso y sentir bien su fuego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario