viernes, 28 de febrero de 2014

Siente como la ventana la empuja a la calle

Siente como la ventana la empuja a la calle, como la navaja viaja hacia su vientre, como la soga se anuda fuertemente a su cuello, como el tarro de píldoras blancas la reclama desde la mesa de noche.
Al tiempo, la chica nota las caricias de la muerte, los dedos largos y finos rozan la curvatura de su cuerpo y su cuello produciéndole una serie de escalofríos internos. Esos fríos y frágiles dedos tornaron la suavidad y dulzura adormilada del principio en dolorosos arañazos con largas uñas afiladas. Notaba como la vida se le escapaba, esa esencia que tienen todos los seres se transmitía hacía aquel ente llamado Muerte. Ahora lo sabe, ve lo que hay después de la vida, y no, no le gusta nada, pero ya es tarde para dar marcha atrás; un último beso hacia un último ser, hacia un nuevo amigo, aquel que le acompañará hasta el fin de sus días.

jueves, 20 de febrero de 2014

El arco iris

El arco iris cruzó la ciudad
buscando a aquel niño
a quien devolverle la felicidad,
a aquel pajarito
que sin alas, ya no puede, volar.

lunes, 17 de febrero de 2014

Tres de cinco

No hay cisnes en este cuento,
no hay flores, ni mariposas que endulcen el sueño,
solo vagos y oscuros recuerdos,
solo males que oscilan en lo eterno,
que por ser sean menos, y menos, y cero.


Corre, apresúrate a limpiar la herida
de tantas noches vacías
y tantos, tantos malos días,
que hicieron de esta sociedad extinta
una estepa oscura y fría.


Escucha los suaves sonidos
que escapan de la pluma en mito,
de todos aquellos manuscritos
que lloran, lloran por ser perdidos
sin ser buscados, sin ser vistos.

jueves, 13 de febrero de 2014

La voz del fuego

Las voces me susurran, SALTA, SALTA, no puedo evitarlo, me gritan, QUÉMALOS, QUÉMALOS, la cerilla cae de mi mano, DATE PRISA, DATE PRISA, el fósforo roza el aceite, recién colocado en su cama, ADMÍRALOS, ADMÍRALOS, se escuchan sus gritos mezclados en sorpresa, dolor y sufrimiento, *RISAS*, *RISAS*, se intentan levantar, pero ya es demasiado tarde, ¿NO ES DIVERTIDO? ¿Y ADICTIVO? Grita cada vez más fuerte, dentro de mi cabeza ¡Cállate! ¡Abandóname! ¡Ya he hecho lo que me pediste! SOLO UNO MÁS, MUERE, MUERE, me golpeo la cabeza con la pared, no recuerdo nada más, no volví a despertar, nunca me volvió a molestar.

El lápiz y la goma

+¡Dónde estás tú, amada goma mía! ¡No puedo vivir sin ti, no con esta algarabía!
-¡Dónde estás tú, amado lápiz mío! ¡No puedo vivir sin ti, tampoco vivir contigo!
+Todo lo que hago, contigo cerca, resulta en vano.
-¡Pero esa no es mi intención! ¿Tú lo sabes, verdad amor?
+Es nuestra naturaleza, y por mucho que luchemos, es guerra eterna.
-Batalla que no ganemos, pero por ser batalla, no contra nosotros, contra el tiempo.
+¡Mi pasado has borrado!
-¡Y tú mi futuro manchado!
+Si vivimos juntos nos destruimos, si separados, morimos.
¿Por qué el ser nos hace esto? ¿Por qué ni vivos, ni muertos?

La luna

Esfera blanca, grande y reluciente,
alta en el cielo hermosa y sola.
Ricos sentimientos que al verla brotan
por belleza eterna que todos sienten.

Círculo que habla y mucho miente
por beneficiar a la seca roca.
No te fíes mucho, pues está loca
tras tanto tiempo, y tras tanta muerte.

Pobre joven, hombre hipnotizado,
fiel seguidor de tantas voces altas
que se encuentra solo y abandonado.

Observa la sangre de cuando ataca
a la libre mente del condenado;
ya no es hombre, pues ya no ama.

lunes, 10 de febrero de 2014

El clon copia moco

Aquellos perdidos clones
que plagian sensaciones,
sentimientos y emociones;
plebellos ladrones
que roban los amores
del corazón.
Apiádese de ellos, lord
del castillo del terror,
sin maldad ellos en su interior,
sin sufrir aún dolor.
Pobre chico roto
del que yo denoto
que las voces le hacen moco
por copiar al mudo loco

Guerra

Podía escuchar los gritos de dolor por todos sitios. A cada paso que daba aparecían más y más cadáveres, se iban multiplicando hora tras hora y el hecho de doblar una esquina provocaba terror por la visión caótica que vendría después. Aún no se creía que estuviese en ese lugar, en ese momento. Se alistó en busca de comida para sobrevivir e, irónicamente, había llegado más cerca que nunca a la muerte. Cada cierto tiempo una bomba colisionaba en no se sabe dónde y todo estallaba por los aires. En cualquier momento una de ellas podía caer sobre tu cabeza y el casco no te salvaría el cuello. Hombres mutilados de dos metros de alto lloraban tirados en las cunetas de las calles. En la guerra no hay fuertes ni débiles, ricos ni pobres, hombres ni mujeres; solo gente con suerte, solo muerte y más muerte.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Jack

-Mira mamá! ¿Me veo bien con este cuchillo?- El arma estaba goteando sangre, al igual que el brazo que la sostenía.
-Hijo, ¡suelta eso! ¡No te acerques más!- La voz se le notaba nerviosa, pobre, veía la muerta tan cercana e inevitable.
Jack acababa de rajarse las extremidades y ahora se proponía asesinar a su familia con la misma hoja. Todas las sangres se mezclarían y por fin serían una familia unida, más unida que cualquier otra.
El padre, que aún dormía, escuchó el grito desgarrador de la madre, impregnado en dolor y desesperación, y bajó las escaleras de la casa a medios saltos. Una sonrisa había aparecido en el rostro de nuestro pequeño demente. No tenía ni siquiera que perseguir a sus presas, las presas venían a él. Solo tenía que esperar y...
En el momento que el cuerpo atravesó el umbral el cuchillo cruzó el habitáculo con un silbido, clavándose en el pecho del hombre y desplomándolo en el suelo. Una cara de sorpresa fue acompañada de las palabras "Te quiero" justo antes de morir.
El chico se apresuró a liberar al padre del arma, no quería que se manchase demasiado de su sangre.
Los dos cuerpos yacían sin vida sobre el suelo de la cocina, pero aún había un espacio reservado para uno más, solo uno más.
El hermano de Jack se encontraba encerrado en su habitación escuchando música a todo volumen como siempre hacía, aquel incauto niño no se había enterado de lo ocurrido; así sería más divertido, es como volver a empezar.
Jack abrió la puerta de la habitación sin hacer ruido alguno y aguardó tras su silla hasta que se diese la vuelta. Aún no le veía el rostro por completo cuando, con un golpe rápido atravesó su cuello. La escena se veía tan grotesca.... La silla seguía girando sobre sí misma mientras la sangre brotaba, recorría todo el cuerpo y goteaba por entre los dedos muertos.
La felicidad se hizo paso en el rostro de Jack. Llevó el cuerpo de suhermano junto a los otros dos para sentirse protegido mientras hacía lo que iba a hacer.
Primero les cortó la sonrisa para que ellos fuesen tan felices como él. Después les rebanó la cabeza y sus cuerpos los troceó en pedazos muy chicos, todos juntos y mezclados. Apoyó las cabezas sobre sus respectivos platos y las colocó en la mesa, cada uno en sus respectivos platos y las colocó en la mesa, cada uno en su lugar.
Metió los trozos en la nevera, ya tenía los almuerzos y cenas preparadas y listas para servir. Ahora serían uno, todos fielmente unidos, por siempre.

La muerte tiene un nuevo nombre,
y se llama Jack.

Las sombras del chico

Se escucha la respiración entrecortada, las manos le tiemblan y los pies se le mueven solos. Siente las piernas frías. La cabeza le da vueltas; le va a estallar desde dentro hacia fuera y después otra vez haacia dentro, todo gira en torno al chico y él no puede hacer nada por evitarlo. Puede sentir como la vida se le escapa como si por un grifo se tratase; un grifo mal cerrado que no puede cerrar del que sale, gota a gota, su felicidad.
La luz se apaga, disminuye su intensidad constantemente, para, en algunas ocasiones, emitir un fuerte destello. En ese momento sabe que todo va a salir bien, todo va a ser bonito por siempre; vuelve a tener ese brillo en los ojos, recupera esa curva en la sonrisa de su rostro, brinca, corre y grita, siente que un fuego que no quema le calienta por dentro, todo su interior y sus entrañas. Pero la luz solo dura un instante, desaparece para dar paso a la oscuridad; oscuridad en la que reinan las sombras y los susurros. Una mano le sujeta y le transmite imágenes, imágenes terroríficas en las que todo está negro. Una voz rompe el silencio. Es extraño porque, a pesar de hablar, no emite sonido alguno. El silencio queda roto por un silencio aún mayor. Le atan y le sumergen en la oscuridad, le susurran. El chico se deja seducir por las caricias de las sombras, tan suaves y placenteras.
Nunca nadie volvió a saber de él, aquel chico que un día se hundió y desapareció en la negrura.

sábado, 1 de febrero de 2014

El chico lastimado

El chico oye como sus padres gritan, voces, voces...
Momentos antes su hermano menor le había dado una paliza y le costaba respirar, le dolía mucho el pecho. Esas tardes las pasa escuchando música clásica, como la danza húngara, por ejemplo, esa le gustaba mucho; solapaba algunos gritos. Su padre avanza dirigente hacia su habitación con pasos firmes y fuertes, abre la puerta de un golpe, se acerca a él entre chillidos que nunca alcanza a entender, le agarra de la ropa y lo empuja contra la pared, culminando el momento con una serie de golpes y puñetazos. Después él se iría de casa para volver al amanecer, la madre se emborrachará entre sollozos y el hermano hará como si nada hubiera ocurrido. El chico se queda medio tirado en el suelo, tosiendo y llorando.
Ese día su madre también se va con su hermano y él se queda solo en casa. Después de escribir y garabatear se asoma a la ventana. Un solo paso y todo acaba. Los vecinos escuchan un fuerte grito seguido de un golpe seco. El silencio se ha roto en la calle. La gente sale a los balcones, horror y miedo cruza sus caras.
El padre volverá al amanecer.
La madre se emborrachará.
El hermano hará como si nada hubiera pasado.

Mujer de piel de mármol

Mujer, piel de mármol, cara blanca,

brazos y piernas de oro rojo,
poco a poco abre las alas,
poco a poco cierra los ojos.

Pobre flor, viva flor,
que marchita pronto y seca.
¿Dónde dejaste aquel dolor?
¿Dónde dejaste tu primavera?

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