martes, 31 de diciembre de 2013

Se temen las cosas inevitables

Realmente pienso que no debería ser así, si algo es inevitable no se le debería tener miedo; se le temen a las cosas evitables, las que se pueden esquivar; se temen a las acciones opcionales que irán precedidas por consecuencias "inevitables" a esas acciones. 
La muerte es algo inevitable, no hay acciones opcionales que la modifiquen, ergo no se le debería temer, puesto que no se cambia nada con ello. A todos nos llegará más tarde o más temprano, le tengas miedo o no, en mayor o menor medida, vendrá y nos llevará hagamos lo que hagamos y pensemos lo que pensemos.
Nos hemos hecho asiduos de emociones innecesarias, llegando al punto de que nos terminan sobrando, nos terminan volviendo locos; se deberían desprender de las inútiles, como esta, la del miedo a lo inevitable.
Temedle a actuar mal frente a las personas a las que queréis, temedle a no estudiar frente a un examen importante; no le temáis a perder a esa persona, no le temáis a sacar una mala nota, no servirá de nada.

martes, 24 de diciembre de 2013

A falta de uno

Otro vaso llegaba a su fin entre tremendas corrientes de fuego mojado. La luz del bohemio local de las afueras dependía de dos polvorientas bombillas que brillaban muy tenuemente colgadas de un cable, palideciendo bajo un techo húmedo y goteante.
El barman, hombre de rostro bonachón con un profundo bigote cano, agitaba entre sus anchos dedos las bebidas que le esperarían a los nuevos clientes; él se dedicaba a contar malos chistes a los bebidos y a escuchar sus penas con paciencia.
-Ponme otro, Jackie-murmuré lentamente, pasando el dedo por el contorno del vaso e intentando sobreponer mi ronca y quebradiza voz a la música proveniente de las cuerdas de Tom en la radio.

Una muchacha de vestido rojo y escote se sentó junto a mí, tras la barra.
-¿Puedo darle un trago?
-Adelante.
La marca de su pintalabios color sangre quedaba plasmada en el vaso mientras sus finos dedos comenzaban a deslizarse por mi nuca lentamente.

Poco a poco el fuego me iba quemando por dentro y Jack aminoraba la velocidad de sus movimientos mientras Tom reducía el volumen de su voz y todo empezaba a tornarse oscuro.

Cuando desperté me encontraba tumbado en la cuneta de la calle; mucha bebida para una sola noche.
Hice ademán de levantarme apoyando los brazos en el suelo cuando me percaté que la superficie estaba pegajosa; y mi camisa, antes blanca, ahora se encontraba totalmente roja. Al ver esto un dolor agudo cruzó mi cintura. Abrí los botones como pude y observé una nueva cicatriz mal cosida donde debería estar el riñón izquierdo.
En ese momento perdí el conocimiento...
...y no lo volví a recuperar.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Las nubes se cirnieron sobre las tierras y las aguas; las altas estructuras, una vez construidas y en alza, con el tiempo se convirtieron en grandes montañas de hierros y hormigones; los vehículos quedaron aparcados y apartados, los puentes cayeron y las islas se aislaron, los bosques dieron paso a desiertos y los árboles a montones de arena.
De vez en cuando una corriente de viento cruza por los antiguos caminos, buscando algo, o a alguien.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Estereotipo de perfecta perfección
Lucha hoy entre soledades burlas;
Esquiva inerte pensados en dolor,
No por ser mías, ni tuyas;
Andando solo, de este conjunto amor.

Este es mi terror odiado,
Logra llegar al final de mi ser;
El que provoca estar pasando
Noches en vela que vivo amando
A la perfección perfecta que pude y podré ver.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Ya no queda nada

Van pasando los días, raudos, apagados.
Van pasando las noches, y sin darnos cuenta, la vida.
Todo va cesando, todo va acabando en un mundo inerte y solitario.
Las luces dejan de brillar, poco a poco; el un día alto y anaranjado sol se esconde entre las montañas, tras el horizonte, para no salir jamás; los árboles se endurecen y las flores se curvan y marchitan; la fauna deja de correr, de saltar, de gruñir, de graznar, y va muriendo sobre las rocas, lentamente; los humanos cierran los ojos, se desvanecen, se evaporan.
Toda una gran sociedad se vio destruida por el miedo, por la inseguridad, por el maltrato, por el desgaste inapropiado. Todo lo que un día fue, todo lo que un día habría podido ser, ha quedado reducido a cenizas. Solo queda negro y gris en un mundo azul, verde y rojo. Apenas queda aire respirable, y apenas nadie que lo respire.

sábado, 7 de diciembre de 2013

La felicidad

Aquel sentimiento humano tan ansiado por todos pero tan solo realizado por unos pocos. Los demás orcos sufren de fugaces espasmos que desaparecen bajos y llegan altos; esclavos de un único destino conjunto y posdicho en un mundo raro al que cargo su culpa.
Aquel sentimiento que aflora en un sí o un no, en un valle azul y su eslora, en un campo oscuro de pequeñas hormigas brillantes y rotas. Aquella felicidad que aparece sola, y se va sola.

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