martes, 16 de julio de 2013

El amor, de sí es otro mundo.
Un mundo mudo.
Un mundo ruidoso.
Un sentimiento de sentimientos.
En sí mismo un coloso.
El nudo de nudos.
El fin del que la vida es recubrimiento,
y no miento,
pues hay que ser cauteloso
con este mar de trucos,
con este mar, tan hermoso.


Realmente, un asiento.
Pero sin patas, no miento.
Flotando sin arte, muy soso,
o haciendo virquerías, como cual bufón talentoso.


Es apacible y amable,
es valiente y furioso,
pues tanto pelea con mocosos,
que con gigantes de calle.

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