domingo, 6 de julio de 2014

Recuerdo aquellos días que no vivimos, que nos faltaron por vivir.
Recuerdo las historias que escribías, y me leías.
Recuerdo las tardes en el banco de la plaza, sin hacer nada, pero haciendo todo.
Recuerdo tantas cosas... tantas cosas que no llegaron a ocurrir.

Y quisiera, pero no ocurrieron, ni ocurrirán.
Porque no evitarás que me vaya de aquí,
cansado ya, de tanto tú, tanto vosotros y tanto ti;
cansado ya, de esperar el "pasará",
de esperar.
Y esperar.

No sé cómo lo ves tú, ni qué harás,
ahora que el pasado se nos difumina
lentamente, tras la cortina
que nos impuso el tiempo,
maligno asesino de recuerdos,
el tiempo.
Asesino.
De recuerdos.

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