Era una manera que tenía de evadirme de mis problemas, hay quien se droga, quien bebe, quien hace paracaidismo, quien folla, yo me rajaba.
Y ya no puedo por una promesa... una promesa que debo cumplir.
Me encantaba ver la sangre brotar de mi brazo, expandirse por él.
También sentía una gran excitación al ver las cicatrices, de un color tan rojo oscuro. De esa manera recordaba lo que hice, la sangre brotando, y me volvía a evadir un poquito.
También, cuándo tenía las cicatrices, no me cabía ni una más, por ello deseaba que se fuesen rápido para poder volver a cortarme.
Ahora tan solo quedó una muy pequeñita blanca brillante que me hice con un cuchillo tipo "asesino" de las pelis americanas.
Aparte también quedaron líneas grises muy, pero que muy finitas que no se aprecian si no se conocen.
Pero estas marcas no me importan, si con ello puedo evadirme de mis problemas...
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