A veces eres niña, otras, mujer. ¿Y qué soy yo? Una mancha carmesí con la forma de tus labios. Soy la sombra oscura por el sol de nuestra relación olvidada. La sombra oscura de aquel Noviembre Dos, la sombra oscura de mis tendencias suicidas, de la vida perdida y del tiempo tachado. Sí, no me mientas, sé que has rechazado el tiempo nuestro.
A veces eres la primera estrella del firmamento, otras, la última. Las menos no apareces. Pero sonrío, porque te veo en ellas. Te veo cuando estas sonríen, cuando lloran, cuando entran por mi ventana, maestras del sigilo, implorando comida y agua.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Hoy, en la escuela, la profesora de historia ha estado comentando levemente la trayectoria de Salvador Dalí. Un genio en la pintura, pero un...
-
La mentira golpea el alma jamás buena, jamás sana. Ahora viene, ahora ataca, y yo le digo ¡BASTA! Después vuelve y no para es cutre, e...
-
Permanece el alma dormida en su más profundo letargo, tras tanto tiempo pasado y tras tantas batallas perdidias. Pobre de ella, que por ...
-
Añoro aquel primer día. Añoro tu perfecta sonrisa, tu mirada fija, tu alma perdida. Añoro aquel primer beso, Añoro todos tus g...
-
La sangre que recorre hasta el codo, La cuchilla equilibra en la mano inerte, pues si la chica tuviese más suerte, bien, pues no quedaría...
-
Solo hay un enemigo capaz de vencerte, tú.
-
Escribir un hijo tener un paracaidas saltar en una carrera estudiar a una persona amar muchos países viajar a un libro...
-
Estaba yo sentado en el parque, en un banco negro. Se me acerca un anciano ¡Por favor, un cigarro! Tenía arrugas en las arrugas; y ...
-
Las paredes estaban repletas de libros, desde el suelo hasta el techo, tras tremendas vitrinas o sin ellas; pero todos preparados para ser a...
-
Efímero, el humo asciende al cielo. ¿Dónde irá el humo? ¿Quién acariciará con sus partículas grises? Se funde con el viento, poco a poco, h...
No hay comentarios:
Publicar un comentario