Aun espero prisionero de mi propia cárcel, prisionero del tiempo que veo avanzando. Prisionero de ver el tiempo y estarlo perdiendo. Tiempo, dame tiempo, que aquí envejezco y perezco.
Tiempo tú intocable y pluscuamperfecto, asiéntate en sus ojos marrones. Tantos años de ojos marrones. Tantos años de ideas rotas que se agotan hora a hora.
miércoles, 14 de enero de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Observa como admiran los inertes entes a la muerte ¡Sean fuertes! Pues el día en el que llegue no habrá más que fuenebres calles, allá cuand...
-
Aquí, vuelves tú, mirando por la ventana de la horca. Ves nubes, pájaros, risas; y las escuchas. Aquí, vuelves tú, mirando por la ventana d...
-
No eres lo que eres. Eres ilusión, eres mentira, eres maldición. Eres aquel día que sin ton ni son acaba y da vida a un eterno dolor....
-
Hombre de piel de yeso no huyas de mis versos de roble, de madera efímeramente eterna. No huyas cadáver, latente en mis recuerdos, ...
-
Rugen los leones en la sabana perdida bien alto y fuerte para que se les escuche; nadie les oye, son mudos y gruñen palabras desconocidas...
-
Venga, volvamos otra vez a mirarnos, que te vea esos preciosos ojos oscuros, casi negros, que ocupan tu rostro. Que vea tu interior atravé...
-
Alas resguardadas, desusadas y atadas; que un día se cansan y exaltan, y rompen las cuerdas duras y blandas de la cueva que recuerdan por ha...
-
¡Ay cuánto quiero el revivir a Quevedo! Poder hablar en verso y sentir bien su fuego.
-
Un día que no recuerdo en...sí...un aula, de la escuela secundaria, tuviera 13 años cuando la conocí, 13, casi terminados. Al principio no m...
-
Muerte. Ese ser beneficioso y dañino, ser ilustre e inerte, aquel que hace que entierren padres los hijos y la venganza. Vengan...
No hay comentarios:
Publicar un comentario